El reconocido crítico de cine Carlos Boyero ha compartido su inusual elección de asientos en las salas de cine, desafiando las convenciones de los espectadores promedio. En una reciente intervención en la Cadena Ser, Boyero confesó que opta por sentarse en las filas dos o tres, un lugar que muchos evitan por estar demasiado cerca de la pantalla.

La razón detrás de su elección es sorprendente: "Me molesta mucho que la gente coma palomitas cerca de mí", admitió. Sin embargo, también reconoció que algunas personas son discretas y logra disfrutar de su presencia sin que se convierta en una distracción. Este momento de confesión ha generado interés y debate, ya que rompe con la idea generalizada de que los mejores asientos son los del medio o la parte trasera de la sala.

Boyero argumenta que a él le gusta tener su propio espacio, especialmente cuando está disfrutando de una película. "Necesito como el espacio para mí; no me gusta tener a alguien al lado, excepto cuando estoy muy enamorado, en ese caso, me encanta compartir", comentó con una sonrisa.

Vale la pena mencionar que el director José Luis Pecharromán también ha aportado su perspectiva sobre este tema, defendiendo con firmeza que sentarse más cerca de la pantalla puede ofrecer una experiencia cinematográfica más intensa. "La experiencia es más espectacular cuanto mayor es el tamaño de la imagen", afirmó en el Pre-Lighting Podcast, citando al cineasta François Truffaut, quien tenía una visión similar sobre la relación entre la distancia al espectador y la magnitud de la pantalla.

Te animamos a reflexionar sobre dónde sueles sentarte en el cine. ¿Te atreverías a probar la fila dos o tres como Boyero? ¡Podrías descubrir una nueva forma de disfrutar del cine!