Un dramático incidente ha sacudido hoy las costas de Yorkshire, Inglaterra, cuando el petrolero estadounidense Stena Immaculate se convirtió en un infierno fluyente tras colisionar con el carguero portugués Solong. El accidente ocurrió en el mar del Norte, a primera hora de la mañana, justo antes de las diez de la mañana (hora local).

La Guardia Costera británica no tardó en actuar, desplegando helicópteros y embarcaciones de rescate hacia la zona. Al menos 37 miembros de ambas tripulaciones han sido evacuados a la localidad de Grimsby, el puerto más cercano. Aunque la mayoría ha sufrido heridas leves, un miembro ha sido hospitalizado debido a la gravedad de su estado, según el parlamentario Graham Stuart.

Las primeras imágenes del accidente se han vuelto virales en las redes sociales, mostrando un espectáculo aterrador de llamas y denso humo negro que se alza desde el petrolero. Testigos informaron que ambos buques estaban expuestos a un gran riesgo, y varias personas a bordo comenzaron a abandonar las embarcaciones para salvar sus vidas.

"Un helicóptero de rescate ha salido de Humberside y varias naves de emergencia, provenientes de Skegness, Bridlington, Maplethorpe y Cleethorpes, han llegado rápidamente para brindar ayuda", informaron las autoridades. También están implicadas una avioneta y embarcaciones con capacidad para combatir incendios.

El accidente se produjo en una zona de alto tráfico marítimo, donde es común el tránsito de barcos provenientes del noreste de Inglaterra con destino a los Países Bajos y Alemania. La empresa Crowley, propietaria del Stena Immaculate, ha declarado que el petrolero transportaba combustible para aviación y que el impacto causó la rotura de un tanque, liberando parte del cargamento en el mar.

La Guardia Costera ha activado un plan para evaluar el impacto ambiental de este vertido, aunque las autoridades subrayan que el accidente todavía está en fase de resolución. Un portavoz de Greenpeace UK ha advertido que los efectos sobre el medio ambiente dependerán de la cantidad y el tipo de combustible, así como de las condiciones climáticas y marinas en la zona.

Como si no fuera suficiente, la situación se vuelve aún más complicada: se esperan fuertes lluvias y vientos en la región, lo que podría empeorar la situación en el mar y dificultar las labores de rescate y mitigación. Las autoridades seguirán monitoreando de cerca la situación y revelarán más información en las próximas horas.

Este incidente es un recordatorio escalofriante de los peligros del transporte marítimo y la necesidad de mantener rigurosas medidas de seguridad para prevenir futuras tragedias en nuestras aguas.