En Santa Cruz de Tenerife, el tranvía multicolor es el único medio de transporte ferroviario de las Islas Canarias y recorre las inmediaciones del estadio Heliodoro Rodríguez López. Desde los años noventa, un nombre destaca en la memoria de los aficionados: Sebastiá Cruzado, más conocido como "Chano". Este emblemático futbolista de Huelva (1965) se convirtió en una leyenda del Club Deportivo Tenerife entre 1991 y 1999, siendo pieza clave de un equipo que sorprendió a todos al enfrentar a grandes clubes como el Real Madrid.

Chano, quien también es un apasionado de las Bellas Artes y trabaja en el departamento de scouting del Real Betis Balompié, se formó en la cantera del equipo andaluz, debutando en 1984. Después de un ascenso en 1990 y dos descensos a Segunda, encontró en Tenerife la oportunidad que tanto anhelaba. "Fueron ocho temporadas inolvidables en un club sin mucha tradición en Primera", confiesa con nostalgia. Durante esos años, Chano participó en 293 partidos, donde no solo disfrutó de la gastronomía local, sino que ayudó al Tenerife a alcanzar las semifinales de la UEFA, enfrentándose al Schalke 04, y también llegó a semifinales de la Copa del Rey contra el Celta de Vigo. "Robamos algunas ligas al Real Madrid, ¡incluso les marqué!", recuerda entre risas, enfatizando la notable hazaña del equipo.

Chano cerró su carrera en el Benfica, donde acumuló un total de 446 partidos como futbolista profesional. Sin embargo, su historia más desgarradora ocurrió durante su única convocatoria con la selección nacional en 1994, cuando a solo un minuto de entrar al campo, el seleccionador Javier Clemente le comunicó el fallecimiento de su padre. "Me quedé roto en lágrimas, pero decidí jugar como homenaje a él", recuerda con emoción, a la vez que reflexiona sobre lo difícil que fue ese partido, en el que se vio obligado a jugar en una posición poco habitual para él.

En la actualidad, el fútbol ha cambiado significativamente. Chano observa cómo nuevos talentos como Yeremay, Bryan Zaragoza y Nico Williams están revolucionando el juego, destacando la importancia de la juventud y la frescura en el deporte. "Es vital que en el fútbol haya jugadores disciplinados y talentosos, pero también emocionalmente preparados para afrontar la presión que implica ser parte de un club importante", añade.

Sobre su papel en el Real Betis, Chano ahora se dedica a analizar y seguir el desarrollo de los jugadores más jóvenes, algo que considera crucial para el futuro del club. Mientras ve que el Tenerife busca recuperar su posición en la tabla de segunda, no puede evitar recordar su propia experiencia como jugador en un club que ha atravesado altibajos.

Por último, Chano no olvida el impacto de Jorge Valdano y Ángel Cappa en su carrera y en la historia del Tenerife. "Su llegada marcó un punto de inflexión, nos enseñaron a arriesgar y a creer en nuestras posibilidades", concluye este ícono del fútbol canario, decididamente orgulloso de sus raíces y de un legado que sigue vivo en la memoria de los aficionados.