El devastador terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro de Birmania el 28 de marzo ha dejado una estela de destrucción inimaginable, con una cifra de víctimas que ha alcanzado los 3.455 muertos y más de 4.840 heridos. Este trágico evento no solo afectó a Birmania, sino que también tuvo repercusiones en los países vecinos, como China y Tailandia. Aún hay 214 personas desaparecidas, lo que podría elevar la cifra mortal, dada la magnitud de la devastación y el tiempo transcurrido desde el desastre.

Birmania se encuentra en medio de una crisis profunda tras el golpe de Estado militar en febrero de 2021, el cual despojó a la población de su derecho democrático después de las elecciones de noviembre de 2020. La represión ha llevado a un conflicto civil que ha empeorado la situación en el país, ahora agravada por este catastrófico terremoto.

La situación es particularmente alarmante para la población vulnerable, ya que el Fondo de Población de Naciones Unidas ha alertado que aproximadamente 175.000 mujeres embarazadas están en grave peligro de perder acceso a servicios de salud esenciales debido al impacto del sismo. Las ciudades más afectadas, como Sagaing, Mandalay y la capital Naipyidó, enfrentan una crisis humanitaria, con una grave escasez de medicamentos, agua potable, alimentos y refugio.

Ante esta tragedia, la ONU ha respondido asignando 456.000 euros de su Fondo de Emergencia para atender las necesidades inmediatas de mujeres y niñas afectadas por el desastre. Un equipo de respuesta rápida ha sido desplegado en Mandalay, donde se coordina con organizaciones humanitarias para distribuir kits de higiene personal y kits para partos seguros.

Además, una clínica en un barco ha reanudado operaciones en Mandalay, y se han establecido tres equipos de salud móviles para ofrecer atención médica primaria y servicios de salud reproductiva a la población afectada.

La magnitud de esta tragedia humana destaca la urgencia de apoyo internacional y la necesidad crítica de recursos para aquellos que han sobrevivido y permanezcan en situaciones desgarradoras. Las autoridades y organizaciones internacionales hacen un llamado a la solidaridad mundial para ayudar a Birmania en este momento de necesidad extrema.