El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido represalias contundentes tras el reciente ataque de Irán, en el que se lanzaron cerca de 200 misiles hacia el centro de Israel. En un mensaje en vídeo, Netanyahu declaró: "Irán cometió un gran error esta noche y pagará por ello". Este ataque se considera una escalada significativa en el ya tenso conflicto en Oriente Próximo, resaltando la delicada estabilidad de la región.

El Ejército israelí ha confirmado haber terminado el bombardeo iraní y ha reabierto su espacio aéreo, aunque el ataque de este martes ha sido el peor realizado por Teherán contra el Estado judío hasta la fecha. La Guardia Revolucionaria de Irán, por otro lado, ha señalado que el ataque fue una represalia al asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, y ha advertido que si Israel responde, la respuesta iraní será "mucho más severa".

Las autoridades estadounidenses han calificado el ataque de Irán como un "acto indignante de agresión", y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ha hecho eco de esto, diciendo que el ataque representa una escalada significativa en el conflicto. El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró que su país continuará apoyando a Israel y advirtió a Irán sobre las consecuencias de sus acciones.

En un evento paralelo, al menos seis personas murieron en un tiroteo en Tel Aviv, que está siendo investigado como un acto de terrorismo. Netanyahu conectó este ataque a la amenaza iraní, afirmando que hay manos asesinas detrás de ambos actos, sugiriendo que provienen de Teherán. El tiroteo se produjo justo antes de que Irán lanzara sus misiles, lo que añade otra capa de complicación a la ya crítica situación.

La tensión en la región no muestra signos de disminuir. Los sirenas de alerta sonaron en varias ciudades israelíes, y aunque la mayoría de los misiles fueron interceptados, la posibilidad de un conflicto mayor se cierne cada vez más. Por su parte, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, ha instado a la resistencia contra Israel, lo que exacerba aún más el clima de violencia.

Mientras tanto, en Gaza, la situación es igualmente grave. Un nuevo ataque aéreo israelí ha causado la muerte a varios civiles, y el número de víctimas en el conflicto se eleva a diario. Cuando la calma nunca parece alcanzarse, las tensiones continúan disparando los precios del petróleo y generando preocupación internacional por una posible guerra a gran escala en la región. Muchos líderes mundiales, incluidos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, han pedido un alto al fuego y una resolución pacífica al conflicto.

La comunidad internacional observa con inquietud, preguntándose cuál será el siguiente movimiento de ambas partes en este peligroso juego de ajedrez geopolítico. Las redes sociales, además, están repletas de comentarios y especulaciones sobre la posibilidad de que este enfrentamiento se convierta en un conflicto a mayor escala, aumentando la inquietud global sobre la estabilidad en Oriente Próximo.