En medio de una intensa polémica, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se encontró en el foco de la atención tras no aplaudir al famoso torero 'El Juli' durante la entrega del último Premio Nacional de Tauromaquia. Esta falta de aplausos provocó la indignación del diestro, quien no dudó en expresar su malestar a través de su cuenta de Instagram. 'El Juli' defendió que la tauromaquia es una manifestación cultural que debería contar con la promoción y reconocimiento del ministerio, sin importar las preferencias personales del ministro.

En respuesta a esta controversia, Alan Barroso, conocido por su compromiso con las artes y la cultura, salió en defensa de Urtasun. En sus declaraciones, expresó: "Tú eres dueño de tus aplausos y de a quién le quieres dar el visto bueno. Otra cosa distinta es que no le hubiera saludado, eso me hubiera parecido mal, pero aplaudir, regodearse en eso, yo pienso que lo ha hecho bien".

Esta situación ha encendido el debate sobre el papel del gobierno en la promoción de determinadas manifestaciones culturales, especialmente en un país donde la tauromaquia sigue siendo un tema divisivo. Muchos se preguntan si el papel del ministro debería ser más activo en la defensa de todas las tradiciones culturales del país o si, por el contrario, tiene el derecho de expresar su propia postura al respecto.

La controversia no solo afecta a la figura del ministro, sino que también pone en el centro del debate a la cultura taurina, un tema que genera pasiones encontradas en la sociedad española. ¿Podrá Urtasun mantener el apoyo de quienes le defienden en medio de esta tormenta? Lo que es indudable es que el debate sobre la tauromaquia y su futuro sigue en pie.