
¡Crisis Total en el Grupo Prisa! La Guerra Mediática Que Sacude España
2025-03-25
Autor: Manuel
Las luchas internas en el Grupo Prisa han tomado un rumbo tan drástico que comienzan a recordar las antiguas guerras del Peloponeso, el mítico conflicto que enfrentó a Atenas y Esparta en búsquedas de dominación. A pesar de haber caído en picado en su valor y enfrentarse a severos problemas financieros, Prisa sigue siendo el gigante mediático predominante en España, respaldado por la emblemática Cadena Ser y el diario de referencia El País.
Desde la muerte de su fundador, Jesús Polanco, en 2007, el grupo ha estado al borde del colapso, especialmente tras la crisis económica que golpeó a nivel mundial. La última gran tumulto en esta historia fue a finales de 2020, cuando Juan Luis Cebrián, presidente del conglomerado, perdió el control ante el financiero Joseph Oughourlian, quien había ingresado discretamente en 2014 con la esperanza de revitalizar el buque insignia del periodismo en el país.
En 2014, los valores de las acciones de Prisa se situaban por encima de los 4 euros; ahora, angustiosamente, rondan los 0,3 euros. Este desplome ha conducido a Oughourlian a tomar medidas drásticas, decapitando a la alta dirección del grupo y destituyendo a ejecutivos de alto calibre como Carlos Núñez y José Miguel Contreras. Este golpe ha subrayado su control absoluto y la urgencia de sanear las finanzas del grupo, que cargan con una deuda que supera los 800 millones de euros.
La disputa no es solo de carácter financiero, sino también político. Oughourlian busca alinear el grupo con un perfil más progresista mientras que otros intereses, vinculados al PSOE, intentan reconducir la línea editorial hacia un centro político más definido. Este conflicto de intereses ha generado un clima de desconfianza creciente, exacerbado tras la muerte de Miguel Barroso, un personaje clave en la estrategia progresista de Prisa, en enero de 2024.
Las tensiones han escalado a un nuevo nivel con la propuesta de lanzar un canal de televisión, el cual ha servido como catalizador para un nuevo ciclo de hostilidades mediáticas. Este proyecto, que se autodenominó 'La Séptima', prometía un modelo de televisión low-cost dirigido a captar un público joven, pero ha sido visto por Oughourlian como un riesgo financiero que podría cargar más aún la ya deteriorada deuda del grupo.
Hasta el momento, la lucha por el control de Prisa ha estado en gran medida en la sombra, pero ahora parece que se ha desgastado los puentes de negociación. La Moncloa, liderada por Pedro Sánchez, ha tomado partido, implícitamente alineándose con la facción que busca mantener la identidad progresista de Prisa. En este contexto, Telefónica podría jugar nuevamente un papel crucial, interviniendo en la guerra mediática que se desarrolla bajo su mirada.
La próxima junta de accionistas, programada para junio de 2024, será crítica. Determinará si la facción leal a Contreras puede reunir suficientes apoyos para desbancar a Oughourlian y su facción. Sin embargo, el panorama parece sombrío, ya que Oughourlian y sus aliados cuentan con el 42% de las acciones y están bien posicionados para resistir cualquier intento de reconquista.
Este conflicto pone de manifiesto el paisaje dividido del panorama mediático en España, donde cada bando luchará no solo por el control de un conglomerado, sino por determinar el rumbo del debate público en un país polarizado. La batalla por Prisa está lejos de concluir, pero ya queda claro que, al igual que en las guerras del Peloponeso, el resultado podría ser una derrota para todos los involucrados.