La revolucionaria apuesta de España por el hidrógeno verde ha abierto un nuevo debate: ¿puede este elemento vital inyectarse en la vasta red de gas natural que ya llega a nuestros hogares? ¡La respuesta es un rotundo sí, y el País Vasco lo ha demostrado!

El contexto es claro. En línea con los objetivos climáticos de la Unión Europea, España ha puesto sus cartas en el emergente sector del hidrógeno verde, buscando almacenar el excedente de energías renovables y disminuir su dependencia de combustibles fósiles como el metano, conocido por ser un gran emisor de dióxido de carbono.

Uno de los principales retos del hidrógeno verde—el que se produce mediante la electrólisis del agua utilizando energía solar o eólica—es su alto costo. Para hacer viable esta inversión, las empresas energéticas están decididas a aprovechar la infraestructura de gas ya existente. En España, la red de gas natural abarca más de 90.000 kilómetros de tuberías, lo que permite una distribución eficiente y amplia sin la necesidad de construir nuevos sistemas.

El proyecto H2Sarea y su impresionante éxito. Este proyecto, liderado por Nortegas, la segunda distribuidora nacional de gas natural, ha comprobado la viabilidad de inyectar hasta un 20% de hidrógeno verde en la red de gas. Para ello, Nortegas replicó la red utilizando materiales convencionales y equipamiento doméstico como contadores, calderas y cocinas.

Después de más de 12.000 horas de operación continua, los resultados fueron concluyentes: no se detectaron fugas, fallos en los quemadores o problemas en los 552 puntos de control que se monitorizaron. ¡Increíble!

Un 20% de hidrógeno significa un avance significativo. Este experimento revela que la red de gas natural podría operar eficientemente con mezclas de hasta un 20% de hidrógeno, sin requerir modificaciones en los quemadores existentes. Otros estudios apuntan que en calderas y hornos industriales, grandes consumidores de gas, podría utilizarse hasta un 30% de hidrógeno.

Pero, ¿qué se logra con esto? Esta transición permite dar uso a una parte de la producción de hidrógeno verde de manera más económica y eficiente. A pesar de que el gas natural seguiría siendo consumido, esta mezcla “intermediate” podría resultar en una reducción del 7% en las emisiones de dióxido de carbono, un 54% en las de monóxido de carbono y un 53% en las emisiones de óxidos de nitrógeno.

"Este progreso evidenció que las redes actuales de gas natural están preparadas para contribuir a la descarbonización mediante el uso de hidrógeno renovable en combinación con gas natural", comentó un representante de Nortegas.

Sin embargo, todavía existe un obstáculo legal: la legislación actual solo permite un máximo del 5% de hidrógeno en la red de gas natural. ¡Pero gracias a los resultados de Nortegas, podríamos estar cerca de ver cambios regulatorios que permitan mezclas más amplias!

En este camino hacia la innovación, Mallorca ya ha comenzado con su propio proyecto Green Hysland, que incluye un electrolizador y un hidroducto de 3,2 km hasta un mezclador en una central de gas natural. Actualmente, la isla inyecta un 2% de hidrógeno verde en su red de gas de 1.200 km.

¡El futuro del gas y el hidrógeno en España parece más brillante que nunca! Mantente atento a estas innovaciones que podrían cambiar nuestra forma de consumir energía.