En España, cerca de 800.000 personas sufren de Alzheimer, la forma más común de demencia. Sin embargo, se estima que alrededor del 80% de los casos, incluso en etapas leves, permanecen sin diagnóstico. La conexión entre la salud mental y la calidad del sueño nocturno se ha demostrado, revelando cruciales pistas sobre el riesgo de desarrollar enfermedades cerebrales.

Un nuevo descubrimiento inquietante sobre el sueño REM

Un reciente estudio de la Universidad de California (San Francisco) ha puesto en evidencia que un síntoma inesperado de la demencia podría ser la sensación de aturdimiento al despertar, a pesar de haber dormido lo suficiente. Curiosamente, aquellos que tardan más en entrar en la fase REM del sueño tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia.

¿Qué es la fase REM y por qué es tan importante?

La fase REM, o movimiento ocular rápido, es la fase más profunda del sueño y es crucial para procesar recuerdos. Se ha descubierto que los ancianos tardan más en alcanzar esta etapa vital. El estudio reveló que los participantes con Alzheimer demoraban, en promedio, más del doble de tiempo en entrar en REM (193 minutos) en comparación con quienes mantenían una buena salud cognitiva (90 minutos).

Ciertas proteínas y sus sorprendentes niveles

Además, aquellos que experimentan un inicio tardío del sueño REM mostraron niveles alarmantemente altos de proteínas amiloide y tau, indicadores comunes de Alzheimer. Por si fuera poco, también se encontraron 39% menos de una proteína benéfica llamada BDNF, que es esencial para la salud cerebral.

El impacto del sueño en nuestras funciones cerebrales

La doctora Yue Leng, coautora del estudio, explica que el retraso en la fase REM afecta la capacidad del cerebro para consolidar recuerdos, interfiriendo en los procesos de aprendizaje y memoria. Este retraso podría incrementar la producción de cortisol, la hormona del estrés, dañando el hipocampo, crucial para la memoria.

Ciclo de sueño alterado y salud mental

Los altos niveles de cortisol también pueden causar trastornos del sueño, creando un ciclo vicioso. Investigaciones previas sugieren que una buena calidad de sueño puede ayudar a prevenir la depresión, un factor de riesgo conocido para la demencia.

Consejos para mejorar la calidad del sueño

La doctora Leng sugiere varias prácticas para proteger nuestra salud cerebral y reforzar la fase REM. Evitar el alcohol por la noche, controlar posibles problemas de apnea del sueño y revisar nuestra medicación con un médico son pasos clave. También se recomienda monitorear la salud de la tiroides y mantener un horario regular para dormir.

Por último, algunos suplementos, como la melatonina, podrían ayudar a profundizar la fase REM, aunque siempre es crucial consultar al médico antes de automedicarse.