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Deportivo: Un equipo golpeado y maltratado por las decisiones arbitrales

2025-03-31

Autor: Manuel

El reciente enfrentamiento entre el Deportivo de La Coruña y el Racing de Ferrol dejó a los aficionados sorprendidos ante la dureza del juego, que estuvo plagado de acciones polémicas. A pesar de las numerosas entradas fuertes que pudieron haber resultado en expulsiones, el árbitro solo mostró tarjetas amarillas, lo que ha generado un intenso debate sobre la imparcialidad en el arbitraje. Es notable que el Deportivo ha acumulado tres tarjetas rojas esta temporada, un dato asombroso para un equipo que se encuentra entre los que menos faltas comete en la categoría de plata del fútbol español.

La intensidad del partido fue capturada por el portero Helton Leite, quien mencionó: “Todos queremos ganar y eso hizo que el encuentro se tornara muy duro, especialmente en los últimos minutos.

Esta afirmación resalta la presión que sienten los jugadores en sus respectivas luchas por la victoria.

Uno de los momentos más discutidos ocurrió en el minuto 60, cuando Mella, desbordando a gran velocidad, fue objeto de una falta violenta de David Castro que solo fue sancionada con tarjeta amarilla. El incidente dejó a Mella tendido en el suelo por más de un minuto, lo que demuestra la gravedad de la acción y la falta de protección recibida por parte del árbitro.

En el minuto 73, los ánimos siguieron caldeándose cuando el delantero Eneko Jauregi abordó a Mario Soriano con una entrada a destiempo que, aunque pareció leve en un primer momento, pudo haber causado un daño serio. Pese al riesgo evidente de la acción, el árbitro decidió mostrar solo una tarjeta amarilla.

La situación no mejoró en el minuto 79, cuando Yeremay fue víctima de otra entrada arriesgada de Aleksa Puric. La naturaleza peligrosa del contacto debería haber llevado a una sanción más severa, pero una vez más el árbitro optó por una amarilla, dejando a los jugadores del Deportivo y a sus seguidores con una sensación de injusticia.

El clímax de la frustración llegó en el minuto 80, cuando Alberto Casal, entrenador de porteros del Deportivo, fue expulsado tras expresar su indignación por la permisividad hacia las acciones bruscas del rival y por un gol anulado a su equipo por una falta inexistente.

En los instantes finales del partido, en el minuto 88, otra entrada dura de Aitor Buñuel sobre Diego Gómez provocó una reacción similar entre los jugadores y aficionados. El impacto fue tan violento que el blanquiazul dio una vuelta completa por la fuerza de la acción, pero el árbitro mantuvo su decisión de solo mostrar una amarilla.

A lo largo de la temporada, el Deportivo se ha ganado la reputación de ser uno de los equipos más limpios de la Segunda División, sin embargo, el número de expulsiones no deja de aumentar, generando especulaciones sobre un posible trato desigual por parte de los árbitros. La última roja, la de Ximo Navarro ante el Cartagena, fue indiscutible.

Al ser cuestionado sobre la percepción de injusticias arbitrales, Óscar Gilsanz mantuvo una postura diplomática: “No quiero quejarme porque no es mi labor, aunque a veces tengamos la sensación de ser perjudicados.

Con estas palabras, intentó restar importancia al asunto, mientras la afición seguía indignada.

Para finalizar, este partido ha generado un fervoroso debate en las redes sociales, donde los aficionados de todo el país han expresado su sorpresa e indignación, no solo por las entradas duras, sino también por el polémico gol anulado. Este tipo de controversias no solo repercuten en el resultado inmediato de los partidos, sino que también pueden afectar a la moral del equipo en el transcurso de toda la temporada.