Desconfianza en el PSOE respecto a la financiación singular de Cataluña en las enmiendas del 41º Congreso
2024-11-19
Autor: Lucia
El tema de la financiación autonómica se ha convertido en uno de los puntos más polémicos que serán discutidos en el 41º Congreso Federal del PSOE, que se llevará a cabo del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla. De las 6.742 enmiendas presentadas para definir el rumbo ideológico del partido hasta las próximas elecciones de 2027, un total de 400 se centran en la financiación. De estas, 63 están encaminadas a asegurar un modelo que no comprometiera el principio de igualdad entre comunidades autónomas, tal como señala un extenso documento de 1.829 páginas al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Algunos militantes del PSOE, especialmente de las federaciones de Aragón y Madrid, han expresado su preocupación rechazando cualquier tipo de financiación singular para Cataluña. Argumentan que aceptar la singularidad de una región no debería llevar a un trato diferencial en la financiación más allá de lo estipulado en la Constitución. Este debate se intensificó tras el acuerdo alcanzado entre PSC y ERC en verano, que facilitó la investidura de Salvador Illa, y que ha sembrado temor entre algunos barones del PSOE al considerar que esto podría ser considerado un trato de favor hacia Cataluña en detrimento de otras comunidades.
El compromiso del PSOE, en la ponencia, es que todas las comunidades recibirán “más recursos que en la actualidad”. Sin embargo, este compromiso no ha logrado compartir la inquietud existente, evidenciada por el gran número de enmiendas que surgen en todo el país. En particular, se ha manifestado que el modelo acordado entre PSC y ERC para Cataluña podría poner en riesgo tanto el principio de solidaridad como la autonomía financiera del Gobierno Central, una opinión que se repite en varias enmiendas provenientes de distintas comunidades.
Otro punto de fricción es el rechazo al principio de ordinalidad que defiende Salvador Illa, el cual sostiene que Barcelona, como tercera comunidad más contribuyente a la caja común, debería recibir proporcionalmente lo que aporta. Varias enmiendas, sin embargo, se oponen a este principio, defendiendo que un nuevo sistema de financiación debe ser equitativo y no beneficiarse a ciertas regiones a costa de otras.
Además, el debate va más allá de la mera financiación. También se ha puesto de manifiesto la necesidad de un laicismo total en la política española. Un grupo de jóvenes socialistas ha propuesto avanzar hacia la abolición de la monarquía y plantear un referéndum para que los ciudadanos decidan si prefieren un modelo de monarquía parlamentaria o una república. Este sentimiento se sintoniza con una crítica más amplia sobre la posición de la religión en el sistema educativo, donde se pide eliminar cualquier enseñanza religiosa en las escuelas públicas. Este anhelo queda reflejado en varias enmiendas, evidenciando un cambio en la percepción dentro del partido hacia una mayor separación entre política y religión.
En conclusión, la cercanía del Congreso del PSOE deja al descubierto una serie de preocupaciones y conflictos internos que, si no se abordan adecuadamente, podrían dividir aún más al partido justo en un momento crucial para su futuro político.