Seguramente muchos recordamos la icónica película "El chip prodigioso" (1987), donde un diminuto chip se adentra en el cuerpo humano para realizar hazañas extraordinarias. Lo fascinante es que, lo que antes era solo un producto de la imaginación, está cada vez más cerca de la realidad. Investigadores han logrado introducir y guiar un ejército de nanorrobots a áreas afectadas por aneurismas cerebrales, con el objetivo de evitar o detener hemorragias. Actualmente, estas prometedoras intervenciones se han probado en conejos, pero la aspiración es que en un futuro cercano estos tratamientos puedan aplicarse a humanos.

Cada año, los aneurismas son responsables de aproximadamente 500,000 muertes a nivel mundial. Estas dilataciones peligrosas en los vasos sanguíneos pueden romperse y provocar hemorragias violentas y, en muchos casos, mortales. Hasta ahora, el tratamiento convencional requiere cirugías complejas y prolongadas donde un microcatéter ha de navegar a través del sistema vascular para acceder al aneurisma, un proceso que podría llevar varias horas.

¡Una solución futurista!

En un hallazgo innovador, científicos de la Universidad de Edimburgo y cirujanos del Hospital Sixth People's en Shanghai han desarrollado nanorrobots que son 20 veces más pequeños que un glóbulo rojo, permitiéndoles moverse con facilidad a través del torrente sanguíneo. Estos nanorrobots, recubiertos con un material que se funde, llevan en su interior trombina, una proteína que ayuda a la coagulación de la sangre. Además, tienen nanopartículas de óxido de hierro que les confieren propiedades magnéticas, lo que facilita su guiado hacia el aneurisma mediante imanes externos.

En pruebas recientes, los científicos inyectaron millones de nanorrobots en la arteria de conejos y los guiaron exitosamente hasta el aneurisma. Allí, al alcanzar una temperatura específica, los robots liberaron la trombina, bloqueando así el flujo sanguíneo hacia el aneurisma y previniendo una hemorragia cerebral.

Un cambio radical en la cirugía cerebral

El equipo ha publicado sus hallazgos en la revista especializada Small, y el codirector del estudio, Qi Zhou, menciona que este avance es crucial para trasladar estas tecnologías a la práctica clínica. También están desarrollando nanorrobots para eliminar coágulos de sangre, que podrían ser utilizados en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares. Este nuevo enfoque ofrece una ventaja significativa al poder evitar el uso de materiales implantados que el organismo podría rechazar, así como el riesgo de complicaciones de los anticoagulantes.

La nanotecnología promete un futuro donde podrían realizarse reparaciones quirúrgicas con menos riesgos y mayor precisión, dirigiendo tratamientos a zonas difíciles de alcanzar del cuerpo. Los siguientes pasos son probar esta innovadora tecnología en animales más grandes, como ovejas y cerdos.

Aunque el plazo para su aplicación en humanos aún es incierto, Zhou es optimista, señalando que podría revolucionar el tratamiento de aneurismas cerebrales en las próximas décadas. Tal vez algún día, lo que parecía ciencia ficción se convierta en una herramienta médica, y "El chip prodigioso" se reserve solo para sesiones de nostalgia.