El 8 de noviembre, Valencia fue testigo de un fenómeno meteorológico extraordinario: un cavum, también conocido como skypunch o "nube agujero". Este espectáculo visual no solo capturó la atención de los valencianos, sino que también fue visible en localidades cercanas como Manises y Quart de Poblet. La inusual formación en el cielo, un agujero perfectamente definido en medio de las nubes, desató una oleada de asombro y de fotografías compartidas en redes sociales.

Aunque su apariencia inusual pueda suscitar teorías conspirativas, los expertos confirman que su origen es completamente científico. De acuerdo con el Atlas Internacional de Nubes, el cavum se define como un "agujero bien definido, generalmente circular, que se produce en una delgada capa de nube compuesta por gotas de agua subfundida". Estas gotas permanecen en estado líquido a temperaturas por debajo del punto de congelación, debido a la falta de partículas que actúen como núcleos de congelación.

Cuando un avión atraviesa estas nubes —comúnmente altocúmulos o cirrocúmulos— se genera un enfriamiento brusco conocido como expansión adiabática, que convierte estas gotas en cristales de hielo. Este proceso provoca una rápida evaporación en las gotas aledañas, creando el característico agujero en la nube. Además, en ocasiones el cavum se presenta con virga, pequeños hilos de cristales de hielo que descienden del centro del agujero, desintegrándose antes de tocar el suelo.

El cavum: Un Suceso Meteorológico que Fascina y Educa

El Atlas Internacional de Nubes también indica que el cavum a menudo precipita virga a medida que la estela de disipación se ensancha. Aunque desde abajo parece un círculo, su forma puede aparecer ovalada desde la distancia. Si el avión atraviesa la nube en un ángulo oblicuo, el fenómeno puede adoptar una forma lineal, generando lo que se conoce como estelas de disipación.

Además, la cuenta meteorológica local @Tiempo_Valencia no tardó en explicar el fenómeno tras su aparición, disipando así las dudas sobre su naturaleza. Las redes sociales jugaron un papel crucial, amplificando la visibilidad del evento y llevando imágenes del cavum a un gran número de personas que quizás nunca habían oído hablar de este fenómeno antes.

Este suceso no solo es un fenómeno de interés meteorológico, sino que también permite educar al público sobre la meteorología y su complejidad, motivando a muchos a mirar hacia el cielo con una nueva perspectiva. En un momento en que el cambio climático es un tema candente, entender fenómenos como el cavum puede ayudar a desmitificar aspectos de nuestro clima que aún son poco comprendidos.