
¡Descubre la clave para prevenir las varices durante el embarazo según un experto!
2025-03-23
Autor: Ana
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer atraviesa transformaciones significativas, y una de las alteraciones más notorias se observa en las piernas. Se estima que hasta un 33% de las mujeres embarazadas desarrollan varices, una afección que va desde venas más visibles hasta problemas de insuficiencia venosa más severos. José María Egaña, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de Policlínica Gipuzkoa, explica que «las venas se vuelven más evidentes, y muchas mujeres llegan a padecer varices durante este periodo».
Los cambios fisiológicos ligados al embarazo son la principal causa de la aparición de varices. «Es una etapa muy singular para el organismo de una mujer. Se producen cambios significativos para facilitar el desarrollo del embrión y el crecimiento del feto», señala el especialista. Factores como hormonas, la mecánica del cuerpo y la herencia genética juegan roles esenciales: «El aumento de los estrógenos incrementa el volumen de sangre y la retención de líquidos, lo que carga el sistema circulatorio y provoca la dilatación venosa. Por otro lado, la progesterona contribuye a ampliar el diámetro venoso para optimizar el flujo sanguíneo».
Desde un enfoque mecánico, el peso añadido durante el embarazo y el flujo sanguíneo aumentado pueden causar una acumulación anómala de sangre en las venas, conocido como pletora venosa. «El aumento de peso y el crecimiento del útero presionan las venas, dificultando el retorno venoso», añade Egaña. La herencia genética también es un factor que aumenta el riesgo; se estima que un 23-25% de las mujeres pueden desarrollar varices después de su primer embarazo, cifra que asciende a un 27-28% en el segundo y tercer embarazo, y hasta un 33% en aquellas que han tenido cuatro o más embarazos.
Riesgos asociados y prevención de varices durante el embarazo
No se debe subestimar la gravedad de las varices durante el embarazo, ya que pueden dar lugar a complicaciones serias. «Una variz dilatada puede ser propensa a trombosis, convirtiendo un embarazo normal en algo potencialmente riesgoso», alerta Egaña. El riesgo mayor es que una trombosis superficial progrese y afecte al sistema venoso profundo, aumentando la posibilidad de embolia pulmonar, algo que puede ser muy peligroso para la salud materna y fetal.
La mejor táctica para prevenir varices en el embarazo es adoptar hábitos saludables. La clave está en la **hidratación, el ejercicio regular y el control del peso**. Egaña recomienda realizar actividades que activen las piernas con frecuencia y evitar permanecer de pie o sentada por largos períodos: «Elevar las piernas al descansar y usar medias de compresión elástica son consejos valiosos para reducir el riesgo de tromboflebitis. Estas medias son fundamentales para prevenir complicaciones», resalta.
Alimentación y cuidado de las varices durante el embarazo
Además, el drenaje linfático manual puede ser beneficioso. La alimentación también juega un papel crucial, ya que consumir alimentos ricos en flavonoides, presentes en cítricos y uvas, puede mejorar el tono venoso. «Incluir alimentos que aportan compuestos químicos beneficiosos para las venas puede marcar una clara diferencia», señala el doctor. También es aconsejable evitar la exposición directa al calor en las piernas y controlar el aumento de peso. «El aumento de peso debe ser monitorizado no solo por las varices, sino por el estado general del embarazo», enfatiza.
Por último, la postura al dormir puede influir en la circulación. «Se ha observado que, sobre todo en el tercer trimestre, dormir del lado izquierdo ayuda a aliviar la presión sobre la vena cava inferior, mejorando el drenajo sanguíneo y reduciendo la congestión venosa en las piernas», concluye Egaña. Incorporar estos consejos puede hacer la diferencia en el bienestar de la madre y el desarrollo saludable del bebé.