Mario Rosas, un talentoso futbolista nacido en Málaga en 1980, guarda recuerdos imborrables de su paso por La Masia, donde Xavi Hernández lo calificó como el "mejor que pasó por allí". La historia de Rosas es un relato de altibajos, sufrimientos y lecciones aprendidas a lo largo de su carrera.

Xavi no duda en reconocer el talento de Mario: "Jugaba con ambas piernas y lo tenía todo, pero se perdió debido a diversas circunstancias", reflexiona. Rosas admite que la falta de paciencia fue su mayor error: "Aunque sufrí, nunca me he castigado a mí mismo, aunque muchos lo han hecho para recordármelo. Quería ser el jugador que todos esperaban que fuera, y eso es algo que siempre busqué".

Atraído por el FC Barcelona desde los 12 años, Rosas recuerda cómo un ojeador del club, 'Boquerón' Esteban Vigo, lo vio jugar en un partido en Vélez-Málaga. Esto lo llevó a dejar su hogar y unirse a la famosa academia del Barça. Allí, compartió una intensa trayectoria con Xavi, Puyol y otros talentos. “Llegué a Barcelona con 12 años y estuve allí hasta los 21, creciendo al lado de Xavi. Siempre subimos juntos a las distintas categorías”, señala con nostalgia.

Uno de los momentos más emocionantes de su carrera fue cuando Van Gaal lo convocó, junto a Xavi, para entrenar con el primer equipo a la edad de 17 años. Fue un desafío enorme entrar en un vestuario lleno de estrellas como Rivaldo y Figo, pero la experiencia le permitió crecer y sentirse parte de algo grande. Sin embargo, Rosas decidió buscar más minutos de juego a la edad de 20 y se trasladó al Deportivo Alavés. Aunque el equipo llegó a la final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool, su propia participación fue muy limitada.

"El fútbol tiene varias caras, y aunque no pude sobresalir individualmente en el Alavés, fue un año de aprendizaje", admite. Su diferente estilo de juego le dificultó la adaptación. En su búsqueda de estabilidad, Mario continuó su carrera transcurriendo por una serie de clubes, incluyendo Salamanca, Numancia, y Huesca, entre otros. A pesar de sus constantes cambios, siempre mantuvo el sueño de ser profesional en el fútbol.

Retirado en 2016, Rosas ha incursado en el mundo del fútbol desde otros roles, como director deportivo y entrenador. Actualmente dirige el AC Bellinzona en la segunda división de Suiza y se muestra optimista sobre su futuro en la dirección del equipo. Afirma estar disfrutando de su trabajo y resalta la importancia de la paciencia en el deporte.

Además, desde su perspectiva, Rosas opina sobre la situación actual del FC Barcelona y la salida de Xavi del banquillo: "Se ha sido injusto con Xavi. El fútbol demanda resultados inmediatos, pero no siempre deberían ser así. El Barcelona atraviesa una etapa crítica, y eso lo ha llevado a buscar respuestas rápidas".

A través de una historia llena de aprendizajes y reconciliaciones con el deporte, Mario Rosas, quien siempre aspiró a ser un referente, hoy se mira en el espejo y reconoce: "Aunque la carrera no fue como muchos lo esperaban, he vivido experiencias únicas y he sido feliz en mi camino."