Casi 16 años han transcurrido desde que la vida de Cristina Pedroche dio un vuelco total. En 2014, la presentadora saltó a la fama al presentar las Campanadas en La Sexta, lo que la catapultó a convertirse en la 'reina del fin de año'. Ese mismo año, maldijo a la suerte de conocer al chef Dabiz Muñoz, quien rápidamente se convirtió en su gran amor.

La relación entre Cristina y Dabiz ha sido pura pasión. De hecho, a tan solo una semana de conocerse, la presentadora ya le propuso matrimonio. Con el tiempo, la pareja dio la bienvenida a su primera hija, quien pronto será hermana mayor. Sin embargo, las alarmas de la crisis en su relación han sonado recientemente tras haberse descubierto que Cristina ha vuelto a residir en la casa de sus padres, ocupando su habitación de infancia.

La vuelta de Cristina a Entrevías, un modesto barrio de Puente de Vallecas, ha sorprendido a muchos. A tan solo 19 años, dejó su hogar para perseguir sus sueños y tomar las riendas de su vida. Desde aquel entonces, había logrado construir un mundo propio, y la mudanza de regreso a casa ha despertado inquietudes sobre su relación con Dabiz.

La casa familiar es un lugar sencillo, con paredes amarillas y un suelo de azulejos en tonos claros. Pero lo verdaderamente conmovedor es ver cómo su habitación de niñez ha permanecido casi intacta. Al entrar, los visitantes encuentran un ambiente completamente distinto: las paredes ahora son de un vibrante rosa chicle, mientras que un sinfín de peluches y juguetes adornan la cama.

Cristina ha compartido en sus redes sociales lo significativa que es para ella esta habitación: “No importa los años que tenga fuera, esta es mi casa y esa sigue siendo mi habitación. Mi madre la tiene tal y como la dejé”. La habitación conserva los muebles de su niñez, desde su pequeña cama de madera hasta una cómoda repleta de recuerdos.

Entre los recuerdos más entrañables, destaca un espejo decorado con fotos de Cristina y Dabiz, un testimonio de amor que su madre ha ido añadiendo con el tiempo. No falta un retrato de ella en la pared que exuda calidez y nostalgia.

Mientras se observa la habitación, también se encuentran libros que seguramente han formado parte de su vida, además de una fotografía de su adolescencia, donde destaca la ilusión de una joven que soñaba con ser modelo.

Vallecas, el barrio que siempre lleva en el corazón

Regresar a esta habitación también representa la reconexión de Cristina con Vallecas, un lugar con el que siempre ha estado estrechamente vinculado y del que se siente orgullosa. “Vuelvo al barrio”, publicaba feliz en sus redes, mostrando imágenes de su entorno natal cargadas de nostalgia.

Entrevías es un barrio que ha sido testigo de su evolución, donde interactúan la historia de la clase trabajadora y la calidez de su gente. Aquí, Cristina ha mantenido siempre sus raíces, mostrando que, sin importar el éxito obtenido, nunca olvida de dónde viene. En un momento de incertidumbre, su regreso a la casa familiar reaviva no solo sus recuerdos, sino también sus lazos con su comunidad.