El café ha sido un elemento fundamental en la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo, pero su relación con el colesterol ha estado rodeada de mitos y desinformación. Nuevas investigaciones han revelado que la clave no está en renunciar al café, sino en la forma en que lo preparamos. Aquí te contamos lo que los científicos han descubierto sobre los compuestos presentes en el café y cómo puedes disfrutarlo sin preocupaciones.

El Café y su Impacto en el Colesterol

Contrario a lo que se había creído durante años, el café en sí no contiene colesterol; sin embargo, puede influir en los niveles de colesterol en la sangre. Dos compuestos clave que se encuentran en el café son el cafestol y el kahweol, que se liberan durante su preparación y pueden afectar negativamente los niveles de colesterol LDL (colesterol malo).

Mientras que estos diterpenos liposolubles pueden contribuir a elevar los niveles de colesterol, también poseen propiedades beneficiosas, como efectos antiinflamatorios y potenciales beneficios para la salud metabólica y ósea. Por lo tanto, la clave está en el método de extracción utilizado.

Revelaciones de un Estudio Sueco

Un equipo de investigación de las universidades de Uppsala y Chalmers en Suecia llevó a cabo un estudio exhaustivo para medir los niveles de cafestol y kahweol en diversas formas de preparar café. Analizaron once tipos de máquinas en oficinas, desde superautomáticas hasta métodos más tradicionales como la prensa francesa y el espresso.

Los hallazgos fueron sorprendentes: los métodos de preparación que involucraban hervir el café presentaron niveles altos de diterpenos, mientras que el café filtrado redujo significativamente su concentración. Curiosamente, hervir el café y luego filtrarlo es una forma efectiva de minimizar su impacto negativo.

¿Qué Métodos de Preparación Debo Evitar?

Aunque el café filtrado ha demostrado ser la opción más segura, hay variaciones notables dependiendo del tipo de máquina y método utilizado. Por ejemplo, las máquinas que utilizan café concentrado mostraron bajos niveles de diterpenos. Sin embargo, los resultados del espresso fueron inconsistentes, lo que sugiere que factores como el tipo de café, la temperatura, el tiempo de infusión y el grado de molienda pueden influir en los resultados.

Las Recomendaciones Futuros

Si bien el estudio es un primer paso importante, los científicos subrayan la necesidad de más investigaciones para comprender completamente cómo estos compuestos afectan la salud cardiovascular. Además, aspectos como los triglicéridos y otros lipidos no fueron considerados en el estudio y podrían también tener un papel crucial.

Conclusión: ¿Qué Café Debes Elegir?

En lugar de eliminar el café de tu vida, enfócate en cómo lo preparas. Si eres amante del café hervido o de la prensa francesa, considera optar por café filtrado con mayor frecuencia. Si eres fanático del espresso, mantente alerta a nuevas investigaciones y prueba a variar tus métodos de preparación. La ciencia evoluciona constantemente, y ahora puedes tomar decisiones más informadas sobre tu taza de café diaria.

Recuerda, la taza perfecta no se mide solo por el sabor, sino también por los beneficios que puede ofrecer a tu salud. ¡No subestimes el poder de un buen café bien preparado!