La pregunta que todos nos hacemos es: ¿podemos vivir más años gracias a nuestra alimentación? ¡La respuesta es un rotundo sí! Un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de científicos españoles ha identificado cuatro alimentos clave que pueden reducir el riesgo de mortalidad: frutas, lácteos, frutos secos y aceites insaturados, como el aceite de oliva. ¡Increíble, pero cierto! Al seguir de forma regular la dieta mediterránea, podríamos disminuir el riesgo de muerte prematura en más del 20%, lo que significa que podríamos vivir hasta 100 años más.

La profesora Mercedes Sotos Prieto, experta en salud ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma: “Una mayor adherencia a la dieta se asoció con una menor mortalidad por todas las causas”. Este fascinante hallazgo fue presentado el pasado viernes, 4 de abril, en la conferencia anual de Cardiología Preventiva de la Sociedad Europea de Cardiología en Milán, y ha sido destacado por medios como el Daily Mail.

La Dieta Mediterránea: un Camino hacia una Vida Longeva

Los resultados del estudio revelan que consumir regularmente los alimentos mencionados puede reducir la muerte prematura hasta en un 20%. Por el contrario, el consumo frecuente de bebidas gaseosas y productos ultraprocesados puede aumentar las probabilidades de una muerte temprana. ¡Es hora de replantearse nuestros hábitos alimenticios!

El estudio analizó los hábitos alimentarios de más de 10,000 adultos con una edad media de 48 años, asignándoles puntuaciones basadas en su consumo de 15 grupos de alimentos de la Dieta de Salud Planetaria y la similitud con la dieta mediterránea. Los investigadores también evaluaron el impacto ambiental de la dieta en términos de emisiones de gases de efecto invernadero y uso de la tierra, lo que añade una capa adicional de importancia a nuestras elecciones alimenticias.

Conclusión

Hacer pequeños cambios en nuestra dieta diaria, como incorporar frutas frescas, optar por lácteos bajos en grasa, disfrutar de un puñado de frutos secos y usar aceite de oliva en nuestras comidas, podría ser la clave no solo para vivir más, sino mejor. Así que, ¡a llenar nuestro plato de salud y longevidad! La ciencia está de nuestro lado.