¿Te imaginas un Disneyland en España?

En la década de 1980, ciudades como Valencia, Castellón, Alicante y Tarragona eran las favoritas para albergar Eurodisney, el ambicioso parque de atracciones que Disney soñaba construir en Europa. Sin embargo, un giro inesperado en la decisión final terminó colocando el famoso parque en la región de Marne-la-Vallée, cerca de París, Francia.

La búsqueda de un lugar estratégico en Europa

En ese tiempo, The Walt Disney Company estaba buscando un lugar estratégico en Europa para facilitar el acceso a millones de europeos que deseaban disfrutar de la magia de Disney sin tener que cruzar el Atlántico. Aunque varias ciudades de países como Alemania, Italia y el Reino Unido sonaron como posibles candidatas, España y Francia fueron las que más llamaron la atención de los ejecutivos de la compañía.

La atractiva propuesta española

Michael Eisner, presidente de Disney en aquel entonces, enfatizó que la cercanía de España al centro de Europa y su clima mediterráneo las hacían opciones muy atractivas. La combinación del calor y la cercanía de atractivos turísticos internacionales prometía un futuro brillante: millones de visitantes al año. Imagina la explosión turística que habría supuesto la inauguración del parque en 1992, un año ya memorable para España gracias a la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Zonas consideradas en España

Las áreas consideradas para Disneyland en España incluían zonas como la costa de Tarragona, la cordillera de Castellón y la localidad de Santa Pola en Alicante. Sin embargo, el 18 de diciembre de 1985, Disney tomó la decisión final: el parque se construiría en Francia. Las razones que sorprendieron a muchos fueron contundentes.

Factores que llevaron a la decisión final

La elección se basaba en la alta densidad de población en Francia y su infraestructura de transporte, que permitiría un acceso sin precedentes al parque. El acuerdo incluyó la construcción del AVE, facilitando la conexión de alta velocidad con otras ciudades europeas. Este movimiento estratégico fue clave, ya que se buscaba una experiencia completa que incluyera más que solo el parque, sino también un desarrollo urbano y diversas opciones de ocio.

La falta de experiencia turística en España

Eisner también mencionó que, aunque España era un país encantador, le faltaba la experiencia de turismo asociada a Disney, un factor importante en la elección. A la postre, Disneyland París se ha convertido en el parque temático más visitado del mundo, atrayendo a millones cada año, mientras que España, a pesar de ser el segundo país más visitado, se quedó con un anhelo de lo que pudo haber sido un sueño dorado, un Disneyland en sus costas que podría haber transformado su panorama turístico. ¡Una decisión que cambió el rumbo del turismo europeo para siempre!