Ciencia

¡Descubre por qué olvidamos casi todo de nuestra infancia!

2025-03-30

Autor: Francisco

Se dice que los niños pequeños son como esponjas, absorbiendo información a gran velocidad gracias a la plasticidad de sus cerebros. Esta puerta de entrada al conocimiento es especialmente activa durante los primeros años de vida, pero, curiosamente, pocos recordamos eventos de esa etapa. ¿Por qué sucede esto?

Tradicionalmente, se creía que no reteníamos estas experiencias porque el hipocampo, el área del cerebro encargada de almacenar recuerdos, no estaba completamente desarrollado en esos años. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Yale han desafiado esta teoría con un estudio reciente publicado en la revista Science que ofrece respuestas fascinantes.

Llaman a este fenómeno "amnesia infantil", describiendo la incapacidad de recordar eventos específicos de la infancia. Para entenderlo mejor, el equipo liderado por Tristan Yates estudió a bebés de entre cuatro meses y dos años, mostrándoles una serie de imágenes. Al repetir la presentación de una imagen que ya habían visto, los investigadores observaron las reacciones de los pequeños.

Los hallazgos fueron sorprendentes: mediante técnicas de resonancia magnética funcional, se descubrió que, cuando el hipocampo estaba más activo durante la primera visualización de una imagen, los bebés tenían más probabilidades de reconocerla posteriormente. Este descubrimiento sugiere que nuestros cerebros pueden estar registrando recuerdos desde muy pequeños.

El estudio incluyó a 26 bebés, y los resultados fueron más pronunciados en aquellos que superaban el año de edad. Esto ha llevado a los científicos a considerar seriamente cómo se desarrolla el hipocampo y a formular teorías más completas sobre el aprendizaje y la memorización en los niños.

Además, el estudio mencionó que el hipocampo de bebés de tres meses ya muestra indicios de un tipo diferente de memoria conocido como "aprendizaje estadístico", que se centra en identificar patrones, en contraste con la memoria episódica, que se relaciona con eventos específicos. Esta diferencia podría explicar por qué muchos recuerdos claros no emergen hasta más tarde en la infancia, alrededor de los cinco años.

Pero, ¿qué pasa con esos recuerdos que podrían estar almacenados y enterrados en lo más profundo de nuestras mentes? Según Turk-Browne, puede que no se almacenen a largo plazo o que, si lo hacen, simplemente no podamos acceder a ellos en nuestra vida adulta. Esto lleva a muchas preguntas intrigantes sobre cómo funciona nuestra memoria y por qué perdemos esos momentos tan significativos.

Para seguir desenterrando estos misterios, el equipo de Turk-Browne está en proceso de que los niños pequeños reconozcan y recuerden videos grabados desde su perspectiva en la infancia. Los resultados iniciales son prometedores y sugieren que algunos recuerdos pueden permanecer intactos hasta la edad preescolar.

Así que, la próxima vez que te preguntes por qué no recuerdas más de tu infancia, recuerda: la ciencia apenas está comenzando a desentrañar los secretos de nuestra memoria infantil. ¡Quién sabe qué más descubriremos sobre nuestra capacidad de recordar en el futuro!