La invención de la rueda es, sin duda, una de las que más ha revolucionado la historia de la humanidad. Este invento pionero ha facilitado el transporte de cargas y la construcción de vehículos, siendo fundamental para el desarrollo de la Civilización Moderna. Sin embargo, un reciente descubrimiento en el Oriente Próximo sugiere que su origen podría ser mucho más antiguo y sorprendente de lo que se pensaba.

Investigadoras de la Universidad Hebrea de Jerusalén han hecho un hallazgo monumental en Nahal Ein Gev II, un sitio arqueológico que data de hace 12.000 años, cerca del Mar de Galilea en lo que hoy es Israel. Este lugar pertenece a la cultura natufiense, un grupo de cazadores-recolectores que comenzó a adoptar prácticas más sedentarias, mucho antes de que se instaurara la agricultura.

Los arqueólogos han encontrado un conjunto de 113 piedras con perforaciones en el centro, que podrían ser consideradas las primeras “ruedas” del mundo. Yashuv y su colega Leore Grosman sostienen que estas piedras eran utilizadas como ruedas de huso para trabajar con fibras, posiblemente de lino. Esta innovadora técnica de hilado es considerada por muchos como el verdadero precursor de la rueda tal como la conocemos hoy.

La historia tradicional sitúa la invención de la rueda en Mesopotamia alrededor de 4.000 a.C., sin embargo, este descubrimiento plantea nuevos interrogantes sobre cómo y dónde pudo haber surgido esta tecnología. Según las investigadoras, las tecnologías que llevaron al uso de la rueda de transporte pudieron haberse basado en técnicas de rotación anteriores, como el hilado de hilos.

En un periodo en el que los humanos todavía eran en buena medida nómadas, el advenimiento de tecnologías como el huso permitió grandes saltos en la manufactura y el comercio, presagiando la Revolución Neolítica. Las implicaciones de este hallazgo son profundas, ya que sugieren que la evolución de la tecnología de la rueda estuvo influenciada por la interacción entre la vida cotidiana y la invención.

No obstante, no todos los expertos están de acuerdo con que estas piedras representen un avance directo hacia la invención de la rueda de transporte. El historiador Richard Bulliet, autor de un libro sobre la evolución de la rueda, considera que aunque estas piedras usan la rotación, no cumplen con la función de soportar peso que caracteriza a las ruedas que conocemos hoy.

A medida que el debate continúa, este descubrimiento abre un fascinante capítulo en la historia de la tecnología, donde cada nueva revelación acerca del pasado humano nos arroja luz sobre cómo hemos llegado a donde estamos. ¡Prepárense para más sorpresas que la arqueología tiene reservadas!