El renombrado economista Santiago Niño Becerra ha compartido una inquietante anécdota sobre cómo un ciudadano sueco describió a los españoles en el contexto de los absurdos precios del alquiler en España. Durante su participación en el programa La Ventana, de la Cadena Ser, Niño Becerra fue interrogado por Carles Francino sobre un alarmante anuncio inmobiliario que ofrecía una pequeña caseta de jardín de solo 12 metros cuadrados por 600 euros mensuales.

Francino, sorprendido, cuestionó: "¿Qué será lo próximo? ¿Alquilar la casa del perro? ¿Quién puede permitirse algo así? ¿Hasta cuándo vamos a permitir esto?", a lo que Niño Becerra respondió: "Es crucial añadir que esta caseta era de madera, no de obra, lo que agrava aún más la situación".

Niño Becerra explicó que estamos inmersos en un sistema capitalista donde el mercado dicta las reglas. El verdadero problema radica en que la oferta de viviendas es significativamente inferior a la demanda, lo que fuerza a los ciudadanos a aceptar condiciones inadecuadas.

Ante la pregunta de Francino sobre si un alcalde podría prohibir este tipo de alquileres abusivos, Niño Becerra citó la necesidad de considerar aspectos sanitarios y urbanísticos, sugiriendo que debería haber regulaciones claras sobre la habitabilidad de estas estructuras. "Espero que esta caseta cuente con los permisos correspondientes, de lo contrario, sería completamente ilegal”, expresó.

El economista también reflexionó sobre la falta de movilización social en España, compartiendo que un sueco le había comentado: "Ustedes los españoles tienen un problema: gritan mucho, pero protestan poco". Según él, no existe un movimiento masivo de ciudadanos protestando por la crisis de la vivienda en lugares emblemáticos como el Paseo de Gracia, la Castellana o la Gran Vía de Bilbao.

Niño Becerra lamentó que, a diferencia de lo que ocurrió en 1931 en Barcelona, donde los inquilinos se unieron en una huelga contra los abusos de alquiler, hoy en día no se está viendo una respuesta similar. "No estoy sugiriendo que tengamos que volver a esa situación, pero es evidente que hay una necesidad urgente de una protesta social clara y contundente ante este drama de los precios de la vivienda", concluyó.

La situación actual no solo refleja la crisis del sector inmobiliario, sino también la necesidad de un cambio sistémico en la forma en que se abordan las políticas de vivienda en España.