Rafael Nadal es un ícono del tenis mundial, con unos números que lo colocan en la cima de la historia del deporte. Con 92 títulos en su haber, de los cuales 22 pertenecen a Grand Slam, más de mil victorias en el circuito, y 900 semanas dentro del top ten, su trayectoria es digna de admiración. Sin embargo, todavía persisten creencias erróneas acerca de su estilo de juego.

Uno de los mitos más comunes es que "Nadal no tiene un gran saque". Esta percepción puede surgir por el hecho de que ha ganado tanto desde el fondo de la pista, pero está lejos de ser cierta. De acuerdo con las estadísticas de la ATP, que evalúan diferentes aspectos del saque, Nadal ocupa el puesto 24 en la clasificación de los mejores sacadores desde 1991, con un notable puntaje de 284,1. Esto contradice la creencia de que su servicio es un golpe menor, ya que ha demostrado ser un sacador eficaz a lo largo de su carrera. De hecho, su porcentaje de puntos ganados con segundo saque es el más alto de la historia, alcanzando un impresionante 57,1%.

Además, es un mito que Nadal es solo un "jugador de tierra batida". Aunque es indudablemente el mejor tenista en esta superficie, con 14 títulos en Roland Garros y un 90,5% de victorias en tierra, su versatilidad es notable. Ha ganado 25 títulos en pista dura y 4 en césped, logrando un 77,5% de victorias en superficies duras y un 79,2% en césped. Comparte estadísticas similares con grandes como Pete Sampras y Andre Agassi.

Otro concepto erróneo es la idea de que Nadal juega de manera defensiva, lo que ha llevado a algunos a denominarlo "pasabolas". Marc López, uno de sus entrenadores, comenta que esta etiqueta se basa en una falta de comprensión de su juego. En lugar de depender únicamente de su capacidad física, Nadal ha evolucionado para acortar el juego y jugar de manera más agresiva, algo que se ha visto acentuado después de la incorporación de Carlos Moyà a su equipo técnico en 2016.

Estadísticas recientes demuestran que Nadal ha estado acortando los puntos en su estilo de juego, jugando cada vez más puntos de uno a tres golpes y reduciendo considerablemente los intercambios largos. De hecho, durante el Abierto de Australia de 2022, la media de sus puntos se situó en 4,36 golpes, superando la media del torneo. Esto muestra no solo su adaptación a las exigencias del tenis actual, sino también su intención de ser más ofensivo.

Nadal no solo ha roto récords en la tierra batida, sino que su capacidad para competir en todas las superficies lo consagra como uno de los mejores jugadores de la historia. Con un legado que incluye 22 títulos de Grand Slam y muchos otros logros, está claro que sus mitos se pueden desmantelar con datos claros y fehacientes.