El Gobierno de Joe Biden ha emitido una carta contundente al Gobierno israelí, exigiendo mejoras significativas en la situación humanitaria en Gaza en un plazo de 30 días. De no cumplir con estas demandas, Israel podría estar violando la legislación estadounidense que regula la asistencia militar extranjera, lo que pone en riesgo el suministro de armamento estadounidense hacia el país en el contexto actual de crisis, tal como ha informado la reconocida cadena CNN.

A pesar de estas advertencias, Estados Unidos ha estado enviando asistencia militar a Israel durante el último año, intensificando sus envíos de equipo y personal militar tras cada escalada de violencia. Recientemente, la entrega de un avanzado sistema de misiles de defensa aérea ha comenzado, junto con un contingente de aproximadamente 100 soldados estadounidenses destinados a su operación.

La carta, firmada por el Secretario de Estado, Antony Blinken, y el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, recalca que “Israel debe implementar medidas concretas de inmediato”. Según fuentes diplomáticas israelíes citadas por Haaretz, Washington dejará de suministrar armas si Israel continúa obstruyendo la ayuda humanitaria.

El Memorándum de Seguridad Nacional NSM-20 exige que EE.UU. considere el cumplimiento de sus socios con el derecho internacional humanitario a la hora de evaluar la legalidad de la asistencia militar. En este sentido, la carta solicita que Israel permita la entrada de al menos 350 camiones de ayuda humanitaria al día, establezca pausas humanitarias efectivas y renuncie a acciones de evacuación innecesarias.

La preocupación es creciente. Los líderes estadounidenses expresaron su inquietud por las nuevas restricciones impuestas por Israel, que están agravando aún más las condiciones de vida en Gaza, donde ya se reporta un desabastecimiento crítico de alimentos y medicinas. Desde la primavera, la cantidad de asistencia entregada a Gaza ha caído más del 50%, y septiembre marcó un hito con las cifras más bajas de ayuda de cualquier mes en el último año.

Simultáneamente, el Ejercito de Israel afirma llevar a cabo operaciones humanitarias, pero informes de organizaciones de derechos humanos contradicen esta narrativa, señalando ataques a instalaciones como hospitales y refugios en Gaza donde se han reportado múltiples bajas civiles.

En un contexto aún más amplio, las tensiones han cruzado fronteras, con Israel atacando más de 200 objetivos de Hizbulá en Líbano en las últimas 24 horas, resultando en la muerte de al menos 22 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.

La escalada de este conflicto está generando un ambiente de caos y desesperación, mientras líderes internacionales llaman a ambos bandos a detener la violencia y priorizar la protección de las vidas civiles y la ayuda humanitaria.