El Baskonia ha confirmado su salida de la Euroliga tras una desastrosa actuación en Estambul. Aunque permanecerán en la ciudad por un enfrentamiento contra el Fenerbahçe el viernes, sus pensamientos ahora deben centrarse en el desafío que representa el finalizar entre los ocho primeros en la liga nacional. Con solo diez partidos restantes, la tarea se presenta complicada para los vitorianos, quienes deben remontar su situación actual.

El fracaso del equipo en la competición europea se selló después de su última derrota ante el Anadolu Efes. Este encuentro fue especialmente significativo, ya que el Efes, que había estado en una situación precaria en las últimas jornadas, encontró una racha de victorias, logrando 17 partidos ganados y posicionándose en el play-in, un lugar al que el Baskonia ya no puede aspirar con los tres partidos que le quedan por jugar.

Durante el partido en Estambul, el Baskonia careció de varios elementos claves, sobre todo de concentración y capacidad para rebotear. En el primer cuarto, el equipo cometió numerosos errores en ataque, lo que permitió a los turcos realizar transiciones rápidas y tomar la delantera tras unos primeros minutos igualados.

En la lucha por los rebotes, el Baskonia también fue superado, registrando 26 rebotes defensivos frente a 41 del Efes, y solo logrando seis en ataque. Las oportunidades segundas fueron escasas, excepto en el inicio del tercer cuarto, cuando el base Ibrahima Diop comenzó a marcar la diferencia bajo los aros. Fue en ese momento cuando el Baskonia logró tomar una leve ventaja (49-52), lo que obligó al entrenador turco, Luca Banchi, a solicitar un tiempo muerto.

Sin embargo, la pareja de jugadores Forrest y Diop no pudo mantener el ritmo, y el partido rápidamente volvió a la dinámica inicial, donde el tirador Rodrigue Beaubois había hecho estragos. Con la contribución de Poirier y Larkin, el Efes recuperó el control y comenzó a marcar la diferencia en el marcador. A medida que pasaban los minutos y el Baskonia se veía cada vez más resignado, el final del juego llegó con un contundente 92-76, que no solo refleja la diferencia en el juego de ambos equipos, sino también el impacto emocional de la eliminación del Baskonia en la competición europea.

Ahora, con el foco en la liga, los vitorianos deberán trabajar arduamente para evitar que esta temporada termine en un fracaso absoluto. El desafío que enfrentan es enorme, pero la afición sigue esperando un giro en la suerte de su equipo.