El CEO del Real Betis, Ramón Alarcón, ha expresado su rotunda condena ante los actos de violencia que sufrieron varios miembros del Sevilla FC tras el partido contra el Atlético de Madrid en el estadio Sánchez-Pizjuán. Los disturbios alcanzaron su punto crítico después del encuentro, donde el jefe de servicios jurídicos del Sevilla tuvo que refugiarse en el estadio para escapar de los insultos, mientras que el director de Estrategia y Desarrollo Corporativo fue agredido físicamente en las inmediaciones del estadio.

En una reciente entrevista con 'La Jugada de Sevilla' de Canal Sur Radio, Alarcón enfatizó: "Condeno todo tipo de violencia. Nadie debería ser agredido por ejercer su profesión ni en espectáculos deportivos. Reprobamos la violencia por parte de cualquier afición, incluso la nuestra cuando se presenta".

Además, el CEO del Betis reflexionó sobre el complejo proceso que vivió su club en el pasado para cambiar de propiedad, un tema que actualmente se encuentra en el centro de atención en el Sevilla FC. "Fue un proceso largo y complicado, pero logramos un cambio significativo. No puedo hablar sobre los problemas ajenos, pero sé que en el Betis, el cambio fue impulsado por un movimiento civil importante".

Alarcón también destacó la importancia de mantener una relación profesional entre ambas entidades: "Nosotros no rompimos ninguna relación. Se logró un entendimiento y mi relación con los responsables del Sevilla es cordial. Todos los equipos deben tratarse con respeto y profesionalismo, tal como lo hicimos en el último derbi".

Por su parte, el Sevilla FC también emitió una declaración oficial condenando las agresiones. En sus comunicados, afirmaron: "El Sevilla FC rechaza enérgicamente cualquier forma de violencia que haya tenido lugar después del partido contra el Atlético de Madrid. Promoveremos la denuncia de estos actos violentos, que no representan en absoluto los valores de nuestra afición".

Este incidente subraya una creciente preocupación por la seguridad en el fútbol español y la necesidad de crear un ambiente más seguro para todos los involucrados, desde los jugadores hasta los aficionados.