El mundo del boxeo se encuentra en un profundo luto tras la muerte de George Foreman, una de sus figuras más emblemáticas. Foreman, quien fue dos veces campeón mundial de los pesos pesados y ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México 1968, falleció el 21 de marzo de 2025, a los 76 años. El anuncio fue hecho por su familia a través de un conmovedor comunicado en redes sociales.

“Con gran tristeza, anunciamos el fallecimiento de nuestro querido George Edward Foreman Sr., quien nos dejó en paz, rodeado de sus seres amados. Predicador devoto, esposo, padre amoroso y bisabuelo orgulloso, vivió una vida llena de fe, humildad y propósito”, destacaron sus allegados, enfatizando que su legado va más allá de los logros deportivos.

La World Boxing Association (AMB) también se unió a las muestras de condolencias con un mensaje sincero en redes sociales: “Lamentamos la pérdida de uno de los más grandes pesos pesados de todos los tiempos, el incomparable George Foreman. El boxeo está de luto, y nuestras condolencias son para su familia y seres queridos”. La icónica figura del boxeo, Mike Tyson, se sumó a esta ola de tributo, indicando que su contribución al mundo del boxeo será eternamente recordada.

George Foreman no solo fue un gigante del boxeo, sino también un hombre que supo reinventarse y se convirtió en un símbolo de perseverancia. Nació el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas. Su carrera comenzó de manera brillante cuando, a solo 19 años, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, lo que catapultó su carrera profesional que se extendería por más de tres décadas, concluyendo con un impresionante récord de 76 victorias, de las cuales 68 fueron por nocaut.

En 1973, Foreman se consagró campeón mundial tras vencer a Joe Frazier, en una pelea que quedó grabada en la historia del boxeo. Sin embargo, su carrera también fue marcada por duras caídas; en 1974, enfrentó al legendario Muhammad Ali en la famosa pelea conocida como "La Pelea en la Selva", donde sufrió la primera derrota de su carrera.

Después de esa derrota, Foreman se retiró temporalmente y se dedicó a la espiritualidad, convirtiéndose en ministro. Pero el fuego de la competencia nunca se apagó, y a los 38 años regresó al boxeo, ganando nuevamente fama y reconocimiento. En 1994, hizo historia al noquear a Michael Moorer en Las Vegas para convertirse campeón mundial nuevamente, demostrando que la grandeza puede reemerger tras la adversidad.

George Foreman dejó una huella imborrable en el boxeo y en la vida de millones. Su legado no solo perdura en los récords, sino en las vidas que tocó a través de su trabajo comunitario y sus valores. Mientras el mundo del boxeo se despide de un gigante, su espíritu de lucha sigue inspirando a futuras generaciones.