El complicado camino de la Liga F hacia la autosuficiencia y las presiones del Real Madrid
2024-11-22
Autor: Carmen
La financiación de la Liga F se ha convertido en un tema candente en el mundo del fútbol femenino. Desde su profesionalización en 2022, el camino ha estado lleno de obstáculos, tanto ocultos como visibles. Alcanzar la categoría de profesional implica una gestión autónoma de la liga sin depender de la federación, lo que debería facilitar la comercialización del campeonato. Sin embargo, la realidad ha demostrado que la teoría y la práctica no siempre coinciden, algo que también han experimentado ligas profesionales en otros deportes, como la Asobal.
Actualmente, la Liga F enfrenta un desafío importante en la búsqueda de ingresos. En sus primeros tres años, la competición ha contado con el apoyo del Consejo Superior de Deportes (CSD) y LaLiga, lo que ha proporcionado una base económica sólida. Sin embargo, con el final del acuerdo de apoyo económico por parte del CSD, la incertidumbre sobre el futuro de la liga se intensifica. El CSD había prometido una inyección económica inicial significativa, que logró en 2022 con cinco millones, aumentando a 7,5 millones en 2023 y repitiendo esta cifra en el actual año.
El CSD, además, aportó 18 millones a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, junto con una ayuda de 1,5 millones destinada a los clubes que compiten en la máxima categoría. A pesar de estos esfuerzos, la liga aún no ha logrado alcanzar una independencia económica plena, y el CSD considera necesario buscar nuevas formas de apoyo, ya que la ayuda directa no debería ser eterna.
En los últimos meses, se han llevado a cabo iniciativas legislativas para incluir a la Liga F en el reparto de la quiniela, un cambio que podría proporcionar más de diez millones de euros anuales, una cantidad que, aunque no resuelva todos los problemas financieros, representaría un gran alivio para la liga. Esta propuesta busca que el porcentaje de las quinielas, que actualmente se destina exclusivamente a LaLiga masculina, se comparta con la competición femenina.
Este movimiento se encuentra con la oposición del Real Madrid, que ha expresado que su inclusión afectaría negativamente los ingresos del fútbol masculino. Cabe recordar que esta discusión sobre el reparto de las quinielas fue un tema controvertido en el fútbol masculino en el pasado. Algunos clubes, en sus inicios, apenas generaban ingresos y dependían exclusivamente de la taquilla.
Las preocupaciones del Real Madrid son un nuevo obstáculo en la complicada situación financiera de la Liga F. La figura de José Ángel Sánchez, como representante del club blanco, genera un eco considerable en las discusiones, aunque su influencia en el seno de LaLiga es limitada. El Real Madrid, a menudo en minoría, utiliza esas reuniones como plataforma para expresar sus quejas más que como un intento genuino de encontrar soluciones.
A pesar de las dificultades, LaLiga ha sido un aliado crucial para la Liga F desde su profesionalización. En agosto de 2022, se estableció un acuerdo que convirtió a LaLiga en el agente comercial exclusivo de la Liga F, asegurando ingresos anuales que, sin embargo, van disminuyendo en su efectividad a medida que la competición lucha por su viabilidad financiera. La falta de un patrocinador sólido desde la fallida relación con Finetwork ha acentuado la situación precaria de la Liga F, que enfrenta una dependencia extrema del fútbol masculino y del apoyo gubernamental.
La ausencia de nuevos patrocinadores afecta seriamente a la credibilidad de la Liga F. Si la percepción general es que la liga vive bajo respiración asistida, esto podría cuestionar si la profesionalización fue una decisión acertada o simplemente un capricho. A largo plazo, es crucial que la Liga F encuentre su propia identidad y camino hacia la independencia económica para asegurar su crecimiento y sostenibilidad.