El mundo vuelve a centrarse en Oriente Medio, donde la reciente tensión entre Irán e Israel ha causado una inmediata reacción en los mercados. El lanzamiento de misiles en las proximidades de Tel Aviv por parte de Irán ha disparado el precio del petróleo en menos de 24 horas, poniendo en alerta a analistas y economistas.

En este momento, el barril de Brent ya ha experimentado un aumento de más de 5 dólares, alcanzando cerca de los 76 dólares, mientras que el West Intermediate, el referente estadounidense, ha superado el 5% de incremento. Este aumento ha sido inesperado, ya que muchos esperaban que los precios del petróleo continuaran en descenso hacia finales de año, potencialmente incluso por debajo de los 50 dólares, según proyecciones de Arabia Saudita.

Irán ocupa un lugar clave en el mercado petrolero mundial. Es el noveno productor a nivel global y uno de los países con mayores reservas, lo que aumenta las preocupaciones sobre su influencia en el mercado. La posibilidad de un conflicto a gran escala entre Irán e Israel, que podría afectar la producción y el transporte del crudo, ha comenzado a inquietar a los inversores.

Mientras tanto, la economía mundial parecía recuperarse de la inflación, con una demanda baja en China y la OPEP aún con reservas disponibles. Sin embargo, el aumento de la tensión en Oriente Medio ha puesto todo esto en la cuerda floja. En estos momentos, los analistas enfrentan una gran incertidumbre: ¿podría este conflicto desestabilizar por completo las expectativas de un petróleo más barato?

El director de inversiones de Zaye Capital, Naeem Aslam, advirtió que la percepción de una guerra a gran escala con Irán podría llevar los precios del petróleo a niveles crisis, incluso hasta 100 dólares por barril. Este aumento moderado en el precio actual es solo un indicativo de la tensión creciente, pero si la situación se intensifica, las consecuencias en el mercado podrían ser devastadoras.

El Estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta, es clave en este escenario. Aproximadamente el 20% del petróleo mundial transita por esta zona. Un informe de la Administración de Información Energética de Estados Unidos reveló que cada día pasan por el estrecho más de 21 millones de barriles, lo que representa el 21% del consumo global. Cualquier inestabilidad allí podría significar un alza de precios incontrolable.

El Bank of America ya ha advertido que, en caso de un conflicto armado, el precio del petróleo podría alcanzar niveles nunca vistos: hasta 250 dólares por barril. En un momento en que parecía que la economía se estaba ajustando tras el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, la aparición de un nuevo peligro en Oriente Medio podría cambiar rápidamente las proyecciones de estabilidad en el mercado.

Por si fuera poco, las tensiones entre las potencias de la región también podrían afectar a otras áreas del mundo, desde el suministro de gas hasta las repercusiones económicas en países dependientes del petróleo. Las próximas semanas serán cruciales: una escalada del conflicto podría traer consecuencias inimaginables para la economía global y para el precio del petróleo.