
El emocionante adiós de 'Ni que fuéramos shhh': Un sainete que dejó huella
2025-03-27
Autor: Carmen
Belén Esteban y María Patiño han tenido una charla emotiva durante su último programa de 'Ni que fuéramos shhh', transmitido el 27 de marzo. A las nueve de la mañana, ambas se prometieron que no llorarían, aunque evidentemente no pudieron cumplirlo. Belén ya estaba visiblemente emocionada antes de que comenzaran las grabaciones, revelando que su familia más cercana estaba al tanto de su regreso a Televisión Española, mientras que otros miembros de su familia se enteraron ese mismo día. "Mi madre me ha enviado un audio muy bonito..." dijo entre lágrimas, lo que refleja el profundo vínculo familiar que atraviesa su vida tanto en el escenario como fuera de él.
Detrás de las cámaras, el ambiente es exactamente lo que se ve en pantalla. Fotografías de diversas figuras del entretenimiento, como Rocío Carrasco y Carmen Borrego, adornan las paredes del estudio, lo que añade un toque personal y nostálgico al espacio. Sin embargo, uno de los momentos más entrañables fue cuando Belén se tomó un break para compartir un paquete de jamón cocido con el equipo, mostrando una vez más su lado cercano y humano.
Lydia Lozano, una de las figuras más peculiares del programa, fue una mezcla de emociones en tiempo real, riendo y llorando al mismo tiempo. Su espontaneidad se hizo evidente en una interacción con Kiko Hernández, donde expresó un cariño genuino, a pesar de las picardías que suelen intercambiar. Su risa es contagiosa y resulta inolvidable observar el desenfreno de emociones en el plató.
Mientras tanto, el otro Kiko, Matamoros, mantuvo su imagen de seriedad. Con unas gafas de sol que ocultaban su mirada, parecía reflexionar sobre el alboroto tan característico del show. Su reserva lo colocó en una región aparte de la dinámica de sus compañeros, convirtiéndolo en el equilibrador de la energía en el set.
A lo largo de su emisión, 'Ni que fuéramos shhh' ha vivido múltiples etapas, comenzando el 15 de mayo de 2024. Los altibajos del programa se reflejaron en la serie de emociones y situaciones, desde el rencor inicial hacia sus ex directivos, hasta el dulce momento de despedida que todos compartieron. La sensación era clara: prefieren irse por su propio pie que ser despedidos a la fuerza, un acto de dignidad que se siente en el aire.
El programa no solo ha ofrecido entretenimiento, sino también momentos inolvidables como los extravagantes disfraces de Chelo García Cortés y Víctor Sandoval, o las aventuras de Belén en la cocina, donde a menudo fallaba sus promesas de no cocinar. Uno de sus momentos icónicos fue el día que, frustrada, confesó: "Estoy llorando por una trucha", lo que refleja lo genuino que es el show en su totalidad.
En la recta final del programa, Javier de Hoyos no pudo contener las lágrimas al enfrentarse a la despedida, marcada por una mezcla de tristeza y anticipación por el nuevo programa que se estrenará el 22 de abril, titulado 'La familia de la tele'. Algunos de sus rostros conocidos migrarán a este nuevo formato, mientras que otros permanecerán en su antiguo 'hogar', mostrando la evolución del mundo mediático.
"Ahora somos cultura pop", comentó Patiño, una frase que encapsula la esencia del programa y su impacto social. En un entorno donde la crítica es rápida y severa, esta reflexión resuena con fuerza. 'Ni que fuéramos shhh' no solo fue un programa, fue una experiencia que dejó una huella imborrable en la cultura televisiva, desafiando los límites del entretenimiento y recordándonos que, al final del día, lo que importan son las conexiones humanas y el humor que nos une.