Kevin De Bruyne es, sin lugar a dudas, uno de los pilares fundamentales del Manchester City en la última década. Desde la llegada de Pep Guardiola, su papel en el equipo ha sido crucial para lograr innumerables éxitos. Sin embargo, como si se tratara de un guion de telenovela, el futuro del mediocampista belga se torna incierto, ya que se encuentra en su último año de contrato y las noticias sobre su renovación son escasas.

Antes del esperado enfrentamiento en la Champions League contra el Feyenoord, De Bruyne fue abordado en rueda de prensa por una avalancha de preguntas sobre su continuidad en el equipo. Con una calma que desconcertó a los periodistas, el jugador expresó: "No me preocupa, solo quiero jugar". A pesar de la insistencia de los reporteros, su respuesta fue evasiva, reafirmando que no se siente presionado por la situación actual.

"No tengo obsesiones en este momento. Estoy feliz y simplemente quiero volver a jugar un buen fútbol. El futuro ya veremos", señaló. Además, cuando se le preguntó sobre si ha habido charlas para su renovación, De Bruyne respondió que no se siente incómodo y que está bien con la situación actual: "Si no hay conversaciones, será mi último año aquí. Pero, sinceramente, no estoy preocupado".

Pep Guardiola también ha compartido su opinión sobre la situación de De Bruyne, destacando que la decisión sobre su futuro recaerá en el propio futbolista. "Al igual que con otros grandes nombres como David Silva, la decisión será de él. Estoy seguro de que será sincero sobre lo que quiere, terminar aquí o en su mejor nivel, y no estará cuando sienta que no puede rendir como antes", indicó el técnico catalán.

A sus 33 años, De Bruyne se encuentra en una encrucijada. A pesar de los vaivenes en su futuro, ha afirmado sentirse capaz de seguir marcando la diferencia en el terreno de juego: "Cuando volví de la lesión, sentí que todavía puedo influir en este equipo. Mientras esos sentimientos persistan, es un buen indicativo de que puedo mantener este nivel".

Sin embargo, la temporada ha sido dura para él, ya que ha sufrido una lesión que lo mantuvo fuera de acción durante varias semanas. "Fue frustrante ver los malos resultados desde fuera. He vuelto y aunque el equipo ha enfrentado un mal momento, estoy contento de estar de vuelta en el campo", manifestó el jugador.

De Bruyne también comentó sobre la crisis de lesiones que ha azotado al Manchester City esta temporada: "Ha habido gente que ha jugado a pesar de estar lesionada. Es complicado, pero hemos tenido que adaptarnos y buscar soluciones en momentos difíciles".

Con la mirada firme en el presente y un futuro incierto, Kevin De Bruyne sigue siendo un fenómeno en el fútbol. Su objetivo inmediato es claro: volver a disfrutar del juego que tanto ama. ¿Podría este ser su último año en el City, o surgirán nuevas oportunidades? Solo el tiempo lo dirá.