El futuro de Conor McGregor (22-6) está en la cuerda floja. Aunque aún tiene dos peleas bajo contrato con la UFC, el irlandés parece tener otros planes en mente que lo alejan de la jaula de la promoción. Aparte de enfrentar problemas judiciales y una condena civil por agresión sexual, McGregor ha expresado su ambición de aspirar a la presidencia de la República de Irlanda.

Durante una rueda de prensa celebrada en el lanzamiento del Bare Knuckle FC 70 en Manchester, McGregor comentó sobre sus nuevas aspiraciones políticas. "Fue a la Casa Blanca la semana pasada, y siento un profundo dolor por mi país. Hay mucho trabajo por hacer en casa. Estoy satisfecho con lo que he logrado, pero tengo otra motivación ahora mismo, así que ese es mi camino", afirmó el carismático luchador.

A pesar de que los analistas políticos consideran que sus posibilidades de éxito en las elecciones son limitadas, McGregor sigue decidido a seguir adelante con esta meta.

No se ha retirado oficialmente de la UFC, pero el excampeón busca un regreso triunfal a la organización: "Tengo todos los récords de ventas de PPV y de taquilla. Mi regreso será el más grande y esperado de todos los tiempos. Y para que eso ocurra, debe ser el momento adecuado. Ahora mismo, mi mente está centrada en Irlanda. Ahí es donde pertenezco".

Los fanáticos de McGregor y del MMA en general se preguntan si veremos al irlandés de regreso en el octágono o si su futuro político le dará un nuevo rumbo a su carrera. Con el cierre de otras plataformas deportivas y el lanzamiento de más eventos de boxeo sin guantes, el tiempo será clave para saber si 'The Notorious' volverá a hacer historia dentro de la UFC o si cambiará el escenario de los combates por el debate político.