El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado contundentemente esta mañana que "no hubo ningún apagón informativo" en respuesta a las críticas del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante un debate en las Corts. Mazón había culpado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de una falta de comunicación respecto a las inundaciones que afectaron a la región.

Marlaska, tras una reunión del Centro de Coordinación (Cecopi), mostró su apoyo a la CHJ y a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), sosteniendo que estas entidades proporcionaron información precisa sobre la situación durante el 29 de octubre. "Cualquier comentario contrario carece de la veracidad necesaria", declaró, apuntando que Mazón no estaba siendo sincero en sus acusaciones.

En el mismo sentido, el ministro de Transportes, Óscar Puente, comunicó que la información enviada por el gobierno valenciano sobre el estado de las carreteras afectadas era incompleta. Después de quince días de espera, la Generalitat presentó una lista que, según Puente, era solo un "mere enunciado de actuaciones, muy incompleto, sin prioridad y sin detalles técnicos necesarios para iniciar las reparaciones". Puente exigió que el gobierno valenciano proporcionara la documentación detallada que se había solicitado para poder proceder con las reparaciones necesarias.

Por otro lado, la ministra Diana Morant reiteró la necesidad de que el Partido Popular asuma su responsabilidad en esta crisis y pidió la destitución de Mazón, insistiendo en que su liderazgo es insuficiente para la reconstrucción. Morant subrayó que los votos están disponibles para nombrar un nuevo presidente con un perfil más técnico, lo que podría ofrecer una solución más eficaz a la actual situación.

En defensa de la respuesta del Ejército ante las inundaciones, la ministra de Defensa, Margarita Robles, explicó que la Unidad Militar de Emergencias (UME) activó sus operaciones en Valencia casi inmediatamente después de que se registraran las primeras inundaciones. El general Javier Marcos indicó que los efectivos de la UME se desplegaron a las 15:41 horas del 29 de octubre, antes de recibir la orden oficial, debido a la gravedad de las condiciones.

La situación se complicó rápidamente, y aunque algunos sectores de la población recibieron apoyo tardío, la UME realizó rescates a medida que se encontraban con personas atrapadas. En total, 96 militares fueron enviados a la zona, con un destacado esfuerzo en la localidad de Utiel-Requena.

La situación en la Comunidad Valenciana ha puesto de manifiesto la necesidad de una coordinación más efectiva entre las autoridades regionales y nacionales. Con los desafíos del cambio climático que amenazan cada vez más a la región, la pregunta en el aire es: ¿Está el gobierno valenciano preparado para gestionar futuras crisis naturales de manera más eficiente? La presión está aumentando, y se espera que haya movimientos políticos significativos en los próximos días.