(CNN en Español) – Marco Rubio, quien ha sido propuesto como el próximo secretario de Estado en el gobierno de Donald Trump, es considerado un halcón en la política exterior. Su enfoque implica un uso contundente de la fuerza militar para promover los intereses estadounidenses, priorizando la presión diplomática en lugar del diálogo amigable.

Rubio, que fue sancionado por China en 2020 debido a su postura firme sobre Hong Kong, apunta a establecer una relación laboral compleja y tensa con el principal competidor económico y militar de EE.UU. Sus comentarios tras ser sancionado reflejan su incredulidad ante la reacción china: “China me vetó. Hoy me sancionaron. No quiero ser paranoico, pero estoy empezando a creer que no les agrado”. Estas palabras ilustran la ironía de que quien podría ser el responsable de la política exterior prevalece como blanco de sanciones.

Su elección es vista como una provocación por analistas, no solo por las sanciones, sino también por su fuerte postura anti-comunista, criticando fervientemente a regímenes en Cuba, Venezuela y Colombia.

China

Como el principal diplomático bajo el mandato de Trump, Rubio está destinado a adoptar una postura beligerante hacia China. Su papel como republicano de mayor rango en la Comisión de Inteligencia del Senado le ha permitido impulsar legislación contra los intereses chinos, como la propuesta de bloquear créditos fiscales para vehículos eléctricos fabricados con tecnología china y cuestionar a funcionarios del FBI sobre TikTok y su influencia en EE.UU. Según exfuncionarios de la administración Trump, “la llegada de Rubio representa un desafío mayor para China que la llegada de Pompeo.”

Israel

En el ámbito de las relaciones con Israel, Rubio ha sido un firme defensor del gobierno israelí. En septiembre, instó a líderes latinoamericanos, como el presidente de Argentina, Javier Milei, a respaldar a Israel en la ONU contra resoluciones que piden poner fin a la ocupación de territorios palestinos. "Estas resoluciones buscan desestabilizar la única democracia en Medio Oriente", afirmó Rubio.

Su constante apoyo a Israel lo ha llevado a reunirse con el primer ministro Netanyahu, reafirmando su compromiso en medio de crecientes amenazas en la región. Rubio ha sido claro en su respaldo a las acciones israelíes en conflictos con grupos como Hamas y Hezbollah.

Irán

Rubio ha denominado al régimen iraní como un enemigo a controlar. Tras el ataque con misiles de Irán a Israel, expresó su rechazo a cualquier intento de apaciguar al régimen, instando nuevamente a la implementación de una campaña de máxima presión. "EE.UU. seguirá apoyando a Israel”, enfatizó, mientras subrayó que “no hay Hamas sin Irán”, justo en el contexto de la escalada de violencia tras el ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre de 2023.

Ucrania

Sobre Ucrania, las opiniones de Rubio han fluctuado. Aunque fue un crítico feroz de Rusia al inicio de la invasión en 2022, en 2024 su posición cambió, alineándose con la retórica de Trump al votar en contra de ayuda adicional para Ucrania. Esta inflexión ha inquietado a aliados occidentales, que temen por la estabilidad del apoyo que brinda EE.UU. a la lucha ucraniana en un entorno geopolítico ya complicado.

La elección de Rubio como secretario de Estado podría indicarle a Moscú que la confrontación con sus adversarios no solo se limitará a Europa, sino que tendrá repercusiones globales, involucrando a aliados del Indo-Pacífico. La preocupación radica en que la línea del frente se amplíe, creyendo que podría desestabilizar aún más una situación ya tensa.

Este contexto resalta que el destino de la política exterior de EE.UU. en los próximos años estará muy marcado por la figura de Marco Rubio. ¡Estaremos atentos a su confirmación y a cómo esto puede transformar las relaciones internacionales de norteamérica!