La bolsa española ha vuelto a caer en negativo, a pesar de un leve repunte en otros mercados europeos y en Wall Street. La inestabilidad en Oriente Medio, particularmente entre Israel e Irán, está generando un clima de incertidumbre que afecta a los inversores, especialmente con las recientes tensiones y la intervención directa de Estados Unidos en el conflicto.

Una vez más, el mercado español ha sido el más afectado, a pesar de un intento de recuperación en las primeras horas de la sesión después de las fuertes caídas del día anterior, especialmente en el sector bancario. Sin embargo, la falta de impulso en la fase final de la jornada ha arrastrado al índice por debajo de los 11.600 puntos, aunque finalmente logró cerrarlos en 11.609,80 puntos, con un descenso del 0,55%.

Las acciones de Acciona Energía, que cayeron un 2,90%, e IAG (Iberia), con un descenso del 2,55%, fueron especialmente impactantes. A pesar de estas pérdidas, algunos valores como Solaria presentaron un notable incremento del 5,99%, lo que sugiere que sigue habiendo sectores que encuentran oportunidades incluso en tiempos difíciles.

Además, en el ámbito empresarial, BBVA ha decidido ajustar los términos de su OPA hostil sobre Banco Sabadell. Esta estrategia incluye el pago en efectivo y el ajuste de la contraprestación de su oferta ante el dividendo que el Sabadell pagó recientemente, lo que muestra la dinámica tensa en el sector bancario español.

Los analistas también han dado malas noticias para la petrolera Repsol, que ha visto cómo Barclays y Citigroup han recortado sus objetivos de precios en las acciones, aunque aún hay un potencial de recuperación considerable. A pesar del panorama incierto, el precio del petróleo ha mostrado un aumento significativo en los últimos días, impulsado por el crecimiento de la tensión en Oriente Medio, donde los precios han superado el 8% en solo dos días debido al conflicto entre Irán e Israel.

Las noticias de Wall Street también han sido mixtas, con Nike enfrentando caídas superiores al 5,6% tras retirar sus proyecciones anuales y el anuncio de un cambio en su liderazgo. Esto ha llevado a que los inversores se sientan ansiosos mientras esperan los resultados económicos preliminares.

La tendencia de los mercados europeos ha sido un tanto optimista, con el EURO STOXX 50 en ligero aumento del 0,14%, recuperándose en parte gracias a la recuperación en los sectores de energía y materiales básicos. Sin embargo, el impacto de la caída de acciones como Iberdrola y las tensiones globales continúan pesando en la incertidumbre de los mercados.

En términos de materias primas, la volatilidad sigue siendo una realidad, con el petróleo mostrando un aumento en su precio debido a las tensiones en Oriente Medio. La incertidumbre que rodea a este conflicto puede provocar más fluctuaciones en el mercado energético, lo que a su vez podría afectar a la economía global en su conjunto.

En resumen, mientras el Ibex 35 lucha por mantenerse estable, la atención se centra en la continua incertidumbre geopolítica y las señales mixtas de la economía, lo que sugiere que los próximos días serán cruciales para determinar la dirección de la bolsa española.