La bolsa española ha vuelto a sorprender a los inversores, pero esta vez por los drásticos descensos. Desde el inicio de la jornada, el mercado se ha visto arrastrado por las caídas en el sector energético, desencadenadas por la preocupación tras el reciente IPC de Estados Unidos, que ha generado un ambiente de incertidumbre.

Tras cinco sesiones consecutivas de subidas, el IBEX 35 cierra por debajo de los 11.700 puntos, específicamente en 11.656,70, marcando una caída del 0,72%. Las acciones de Acciona, Redeia (REE) y Endesa se desplomaron, registrando caídas de 4,51%, 3,87% y 3,54% respectivamente, mientras que solo unos pocos títulos como Bankinter, Ferrovial y Mapfre lograron cerrar en positivo.

Hoy, los valores energéticos fueron el centro de atención, especialmente tras rumores de que el Gobierno podría instaurar un impuesto permanente para este sector. Se estima que la medida podría encuadrarse dentro de un plan para elevar los impuestos en hasta 60.000 millones de euros, algo que ha sacudido los cimientos del mercado.

En el sector financiero, los bancos también sienten la presión. Los analistas de Keefe Bruyette & Woods han comenzado a revisar sus valoraciones de varios bancos españoles en el marco de las expectativas de nuevas bajadas de tipos por parte de los bancos centrales. Sin embargo, se anticipan potenciales revalorizaciones en el futuro, con estimaciones de un crecimiento del 32,6% para BBVA, un 19% para Bankinter, y un 22% para tanto Caixabank como Unicaja.

Por otra parte, hemos conocido que la petrolera Repsol ha disminuido su producción en el tercer trimestre en un 7,2%, cayendo a 553.000 barriles equivalentes de petróleo por día. Además, su margen de refinación ha caído un alarmante 70,6% en comparación con el año pasado.

A nivel europeo, la situación no es diferente. El EURO STOXX 50 ha cerrado con descensos, aunque sectores como la energía y el financiero han mostrado alguna resistencia. Las caídas lideran en sectores industriales y tecnológicos. Entre ellos, GSK y Deutsche Telecom presentaron subidas, mientras que Iberdrola y Schneider Electric sufrieron pérdidas.

Mientras tanto, en Wall Street, la jornada también estuvo marcada por los datos de inflación en EE. UU., que se situaron ligeramente por encima de las expectativas y causaron descontento en los mercados. El IPC de septiembre mostró una subida del 0,2%, posicionando la tasa interanual en el 2,4%.

En el ámbito de las aerolíneas, Delta Air Lines reporta ganancias menores a las esperadas, pero mantiene proyecciones optimistas para el cuarto trimestre gracias a la sólida demanda de viajes.

En el mercado de bienes raíces, la situación de Domino's Pizza se presenta mixta, con ingresos que no alcanzaron las expectativas, aunque las ganancias ajustadas por acción superaron las proyecciones de analistas.

Finalmente, el precio del petróleo ha subido tras las recientes cifras relacionadas con los inventarios en EE. UU., situándose el barril de Brent en 78,47 dólares, mientras que el oro también ganó terreno, alcanzando los 2641 dólares la onza.

Las próximas jornadas serán clave para determinar si estas caídas continuarán o si los mercados encontrarán una forma de recuperarse después de esta intensa semana.