El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma ha dictado sentencia, imponiendo un año de prisión y tres años de prohibición de acceso a los estadios al responsable de los insultos racistas dirigidos a Vinicius Junior y Samu Chukwueze. Estos lamentables incidentes se produjeron el 5 de febrero de 2023 durante un partido de LaLiga EA Sports entre el RCD Mallorca y el Real Madrid, así como el 18 de febrero de ese mismo año en otro encuentro en el Estadio Mallorca Son Moix contra el Villarreal.

En un comunicado oficial, el RCD Mallorca ha dejado claro su compromiso con la lucha contra el racismo y ha reiterado su política de tolerancia cero hacia cualquier forma de xenofobia y desprecio. El club ha estado colaborando activamente con las autoridades para combatir este tipo de comportamientos inaceptables. En ambas ocasiones denunciadas, el RCD Mallorca se ha constituido como acusación particular, demostrando su firme postura ante el racismo.

El club también ha subrayado que estos actos son excepcionales y no reflejan el espíritu de la afición mallorquinista, que se caracteriza por sus valores de inclusión y respeto.

Además, es importante señalar que el Mallorca ha implementado diversas iniciativas y campañas educativas para promover la diversidad y erradicar el racismo en el deporte. Junto a otras organizaciones, el club busca crear un ambiente seguro y acogedor para todos los aficionados, sin distinción de raza o nacionalidad.

Este fallo judicial es un paso significativo hacia la responsabilidad social en el fútbol y un firme mensaje de que el racismo no tiene cabida en la sociedad. Muchos aficionados del fútbol aplauden esta decisión y exigen que se sigan tomando medidas contundentes para erradicar el odio en las gradas.