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El olvidado paso de Paco Buyo como entrenador del Real Madrid B: "Robaba balones a los del C; llevaba alcohol, algodón y rotulador y borraba 'Tercera'"

2025-03-23

Autor: Carmen

Si le preguntaras a un aficionado español quién es Paco Buyo, es probable que te respondan de dos formas: algunos lo recordarían como el legendario portero del Real Madrid y otros como el carismático comentarista de El Chiringuito. Sin embargo, pocos recordarían su breve y olvidada etapa como entrenador del Real Madrid B, ahora conocido como Castilla, durante la temporada 2000-01. En una época de cambios radicales para el club, el gallego asumió un papel que, con el tiempo, ha quedado en el olvido.

Esa temporada fue enmarcada por la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del club. Pérez, tras unas elecciones tumultuosas, se enfocó en fortalecer el primer equipo, dejando la cantera en un segundo plano, donde Buyo ya había comenzado su carrera como técnico. Su ascenso al banquillo del Real Madrid B se produjo tras reemplazar a García Hernández, quien no logró el ascenso a Segunda División, un objetivo que Buyo tampoco pudo cumplir, lo que eventualmente llevó a su salida del club.

Buyo había demostrado su habilidad en el fútbol base, ganando la liga con el Infantil A y logrando un segundo lugar en Tercera División con el Real Madrid C antes de asumir la dirección técnica del filial. La plantilla contaba con jóvenes talentos como Corona, Aranda y Raúl Bravo. Sin embargo, a pesar de contar con un equipo prometedor, la falta de éxitos marcó su gestión. Algunos exjugadores afirmaron que su estilo era más emocional que táctico, priorizando el bienestar del grupo por encima de estrategias rigurosas.

En comentarios, sus antiguos jugadores describieron a Buyo como un entrenador cercano y motivador. "Tenía una gran condición física y participaba en todos los entrenamientos", recordaron. Sin embargo, su enfoque flexible a veces llevó a situaciones curiosas: un jugador recordó cómo, en varias ocasiones, olvidaba a algunas promesas del fútbol base o elegía titulares inesperados.

Una anécdota cómica que refleja su carácter se refiere a cómo, en un acto de picardía, utilizaba balones que pertenecían al Real Madrid C. "Llevaba alcohol, algodón y un rotulador; borraba 'Tercera' y ponía 'Segunda B'", cuenta un exjugador en tono de risa. En su búsqueda por motivar a los chicos, Buyo a menudo compartía frases peculiares que se grabaron en los recuerdos de sus asistentes, reforzando su imagen carismática y un tanto desorganizada.

La temporada 2000-01 concluyó con el equipo en una meritoria séptima posición, pero esto no fue suficiente para que Buyo continuara. A pesar de su amor por el club y su dedicación, se despidió en julio de 2001, dejando un legado de risas y anécdotas, pero también de oportunidades perdidas en su carrera como técnico. Aunque su paso como entrenador no se recuerda con la grandeza de su carrera como jugador, la historia de Paco Buyo en el banquillo nos recuerda que incluso las leyendas tienen períodos olvidados que merecen ser revisitados.