Un Alerta sobre la Violencia Digital

"La inteligencia artificial se está convirtiendo en un arma al servicio de la violencia digital contra las mujeres", afirma Idaira Alemán, coordinadora del proyecto 'Por No Hablar'. Este proyecto busca reflexionar sobre los peligros de la pornografía y la influencia de la IA en las relaciones sexuales.

La Creación de Contenido Peligroso

Según Alemán, la accesibilidad de la inteligencia artificial ha permitido que cualquier persona, sin necesidad de conocimientos técnicos, pueda crear contenido pornográfico falso utilizando imágenes de mujeres reales, y en muchos casos, sin su consentimiento.

Un informe de la empresa de ciberseguridad Deeptrace revela que el 96% del contenido deepfake está relacionado con pornografía no consentida. "La pornografía generada por IA elimina cualquier límite previo", enfatiza Alemán. Ahora, basta con una foto o un video para insertar a una mujer en escenas que nunca ha consentido.

El Aumento de la Pornografía Personalizada

Otro factor detrás del auge de los deepfakes es la creciente demanda de pornografía personalizada. Con solo el rostro de una persona, se pueden crear videos adaptados a las fantasías de quien los solicita, desdibujando la línea entre lo real y lo ficticio. La mujer se convierte así en un objeto moldeable a cualquier perversidad imaginada.

Una Industria que Cosifica a la Mujer

Históricamente, la pornografía ha sido uno de los pilares de la industria sexual, entrelazada con la prostitución y la trata de mujeres. Alemán sostiene que estos negocios se alimentan mutuamente, cosificando los cuerpos y lucrando con la desigualdad.

Antes de la llegada de la inteligencia artificial, la pornografía ya había cruzado múltiples límites. Ahora, el énfasis está en que cualquiera puede ver a una mujer conocida en situaciones que nunca consintió.

La Regla 34 y su Impacto en la Juventud

La famosa 'Regla 34' establece que si algo existe o se puede imaginar, seguramente ya ha sido convertido en pornografía. Alemán advierte que esto permite un acceso fácil a contenido sexualizado, incluso para menores, lo que es extremadamente peligroso.

Un Futuro Desafiante pero Posible

Alemán menciona que, aunque llegamos tarde, aún estamos a tiempo de hacer un cambio. Es fundamental reflexionar sobre cómo usamos las redes sociales y qué imaginarios alimentamos a través de ellas.

Es esencial abordar la pornografía y sus peligros de manera urgente, ya que, si no se interviene, lo que podemos esperar es un futuro más oscuro, donde el contenido será cada vez más accesible y personalizado.

Regulación y Respuestas Institucionales

En cuanto a las instituciones, Alemán critica que no están lo suficientemente informadas ni preparadas para enfrentar la situación actual. La rápida evolución del contenido violento generado por IA no ha sido acompañada por respuestas adecuadas.

Las plataformas digitales también son cómplices de esta problemática, donde el contenido violento se muestra si engancha a la audiencia, en vez de ser regulado.

Camino por Delante

La experta demanda la implementación de mecanismos de control transparentes y eficaces para proteger a los usuarios. La Unión Europea ha comenzado a abordar estos problemas con la nueva legislación sobre inteligencia artificial, pero resaltan que esto es solo un primer paso.

Sin embargo, Alemán concluye que la clave está en usar la inteligencia artificial para educar y construir imaginarios más sanos sobre el cuerpo, el deseo y el placer, priorizando el bienestar común en lugar de los beneficios económicos.