El Papa Francisco ha hecho su primera aparición pública este domingo al mediodía, tras 38 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral.

Desde un balcón del quinto piso, el Pontífice, visiblemente cansado y con el rostro hinchado, fue asistido por su enfermero, Massimiliano Strapetti, quien le entregó un micrófono para que pudiera dirigirse a la multitud congregada. "¡Gracias a todos! Veo a esta señora con las flores amarillas, ¡qué bien!", expresó Francisco al observar a los fieles que esperaban con fervor ante la estatua de san Juan Pablo II en el patio del hospital.

Aunque su aparición fue inesperada, ya que aún se recupera de las secuelas de su enfermedad, el Santo Padre logró impartir la bendición apostólica, aunque con notoria dificultad. A pesar de que los médicos habían informado el día anterior que Francisco presentaba problemas al hablar, confiaban en que la fisioterapia le ayudaría a recuperar su capacidad de comunicación completa.

Desde temprano, una multitud se reunió frente al hospital, incluyendo personal sanitario y fieles de todo el mundo. Entre los presentes, destacó el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, quien quiso mostrarle su apoyo.

A sus 88 años, el Papa ha estado en el hospital, que es parte de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, recibiendo tratamiento intensivo, especialmente a través de terapias farmacológicas y oxígeno de alto flujo. Los médicos revelaron que la vida del Papa estuvo en peligro en dos ocasiones durante su tratamiento, pero lograron estabilizarlo y su estado ha ido mejorando lentamente.

Luego de su breve aparición, el Pontífice fue trasladado a la Casa Santa Marta en el Vaticano en su habitual Fiat 500, un símbolo de su humildad y cercanía con la gente, en lugar de hacerlo en ambulancia.

Curiosamente, antes de regresar al Vaticano, Francisco hizo una parada no planificada en la Basílica de Santa María la Mayor. Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa llevó un ramo de flores al cardenal Rolandas Makrickas, hiero en el altar dedicado a la Virgen de Salus Populi Romani, a quien el Santo Padre venera profundamente.

La recuperación del Papa Francisco ha sido un motivo de alivio para muchos alrededor del mundo, quienes continúan enviando sus oraciones y buenos deseos, deseándole una pronta y completa recuperación. ¡El mundo entero espera con ansias su regreso total al ministerio!