Elsa irrumpe en la casa con un objetivo crucial para la inmunidad de la semana.

La vasca vuelve para sorprender a sus compañeros en la 'habitación del amor' y brindar un apoyo emocional inigualable.

Al entrar en 'Gran Hermano', Elsa no pudo ocultar su entusiasmo: "Voy a dar un chute de energía".

Su regreso estaba marcado por una misión importante: esconder seis relojes que cada concursante necesitaba encontrar para asegurar su lugar en el juego de inmunidad. En una visita a la casa, Elsa se adentró en la 'habitación del amor' donde Edi y Violeta tendrían su momento a solas sin cámaras. Su reacción fue instantánea: "¡Está increíble de bonito!", exclamó, maravillada por la atmósfera romántica que les habían preparado.

Jorge Javier Vázquez, en un tono divertido, sugirió a Elsa que dejara su perfume en la cama, lo que la hizo sonreír, recordando lo especial que es esa habitación para los protagonistas de la historia de amor. Sus ojos brillaban al pensar en Edi, y ella no pudo evitar compartir su alegría al ser preguntada sobre él.

La misión de Elsa fue un éxito matizado por momentos conmovedores. Al entrar a la sala principal, gritó con emoción: "¡Os quiero mogollón y os amo muchísimos!". A pesar de la consigna de quedarse inmóviles, la emoción fluyó entre los compañeros, llevando incluso a Laura a romper en llanto.

Elsa se centró en dar cariño y apoyo a cada uno de sus amigos. A Ruvens y Edi les confesó: "Te amo, cariño. Sigue así. Te estoy esperando para hacer esas compras que tanto hablamos". Con esa frase, insinuó el vínculo especial que compartían, recordándole a todos lo importante que es el amor en esos momentos de tensión.

Durante sus visitas, pidió disculpas a Óscar por malentendidos anteriores y se tomó su tiempo para aconsejar a Vanessa y Nerea. Elsa, siempre tan atenta, mostró una vez más que su vínculo con ellos era fuerte y sincero.

Al finalizar su visita, Edi se sintió nostálgico y expresó su lamento por no haber podido abrazarla, un gesto que dejó claro cuánto la había extrañado.

Como broche de oro, Elsa anunció al segundo concursante salvado de la gala, Daniela, mientras Edi, aunque 'congelado', no podía despegar su mirada de ella. Antes de salir, él le lanzó un beso a través de un espejo, un acto que recogió la atención de todos y dejó a todos emocionados por lo que vendrá en el próximo episodio de 'Gran Hermano'.