Salud

¡El resurgimiento del sarampión y tuberculosis en Estados Unidos: Una amenaza alarmante para la salud pública!

2025-04-05

Autor: Francisco

Estados Unidos se enfrenta a una crisis sanitaria sin precedentes que pone en peligro los avances logrados en la medicina moderna: el control de enfermedades infecciosas que pueden prevenirse mediante vacunación, como el sarampión y la tuberculosis.

En los últimos años, hemos sido testigos de un alarmante resurgimiento de estas enfermedades que deberían estar controladas. Este resurgimiento representa una grave amenaza para la salud pública, acentuando la preocupación por la disminución de las tasas de vacunación en algunos sectores de la población, especialmente en comunidades influenciadas por movimientos antivacunas.

El sarampión vuelve a ser un peligro inminente

El sarampión, conocido por ser altamente contagioso, ha visto un aumento preocupante en su incidencia en 2025. Con más de 607 casos confirmados en 22 estados (casi 500 en Texas), este es el peor brote desde 2019, cuando se registraron 1,274 casos. El sarampión, que se transmite mediante gotículas respiratorias, representa un grave riesgo, especialmente para los niños no vacunados.

Expertos advierten que las complicaciones del sarampión pueden ser severas, incluyendo neumonía, encefalitis e incluso la muerte. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cerca del 25% de los casos requieren hospitalización. Texas, epicentro del actual brote, ha registrado 56 hospitalizaciones y una muerte relacionada con un menor no vacunado. Además, casos relacionados han empezado a surgir en estados vecinos como Nuevo México y Oklahoma.

La caída en la tasa de vacunación es alarmante. En comunidades antivacunas, la cobertura de la vacuna MMR (contra sarampión, paperas y rubéola) se encuentra por debajo del umbral del 95% necesario para lograr la inmunidad colectiva. Este problema es exacerbado por la desinformación y teorías conspirativas que han circulado en redes sociales, haciendo que en algunas áreas rurales de Texas la tasa de vacunación descienda por debajo del 70%, exponiendo a miles a un virus que había sido controlado.

La tuberculosis vuelve a hacer estragos

A pesar de ser galerizada como un problema de salud en países en desarrollo, la tuberculosis también está resurgiendo en Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial, con más de 10 millones de casos y 1,6 millones de muertes anuales.

En 2024, EE.UU. reportó más de 10,300 casos activos de tuberculosis, marcando un preocupante aumento del 8% respecto a 2023, el nivel más alto desde 2011. Brotes específicos, como el registrado en Kansas City con al menos 67 casos activos y dos muertes, reflejan el estado crítico. Recientemente, se ha confirmado un caso en Illinois, en una escuela secundaria.

Contrario a lo que se podría pensar, Estados Unidos no utiliza la vacuna BCG de manera generalizada para prevenir la tuberculosis y depende en su lugar de sistemas de detección y tratamiento. Sin embargo, el aumento de los casos de tuberculosis multidrogorresistente (TB-MDR), que requieren tratamientos más complicados y costosos, es un indicio alarmante de un problema en crecimiento.

La tuberculosis se transmite fácilmente cuando una persona infectada exhala bacterias en espacios cerrados, lo que la hace especialmente peligrosa en comunidades de hacinamiento. Sin políticas públicas efectivas que fomenten la detección activa y el tratamiento rápido, los brotes pueden crecer rápidamente, afectando a la población más vulnerable.

Impacto de las políticas en la crisis sanitaria

La actual crisis se ve agravada por comentarios y posturas de ciertos líderes políticos, como el Ministro de Salud Robert F. Kennedy Jr., conocido por su oposición a las vacunas. La falta de iniciativas robustas para promover la vacunación colectiva pone en riesgo años de esfuerzo en salud pública. Esta situación no solo fomenta una mayor desconfianza hacia las vacunas, sino que también socava las campañas necesarias para detener la propagación de enfermedades altamente contagiosas.

La creciente incidencia del sarampión y la tuberculosis plantea serias preguntas sobre el futuro de la salud pública en Estados Unidos. A menos que se reviertan las tendencias actuales de disminución en las tasas de vacunación, el país podría enfrentar un aumento prolongado de enfermedades evitables que amenacen no solo la vida de sus ciudadanos, sino también su economía y estatus como líder mundial en salud.

El riesgo de resistencia interna a la vacunación también puede enviar señales alarmantes al resto del mundo. Estados Unidos, que fue ejemplo a seguir en la eliminación de enfermedades infecciosas, podría perder credibilidad en sus esfuerzos globales si no toma medidas. La OMS ya ha expresado su preocupación sobre la expansión de enfermedades evitables en áreas con cobertura vacunal insuficiente, colocando al país en una posición delicada a nivel internacional.

Mientras que el riesgo general para la población estadounidense sigue siendo bajo, los científicos enfatizan la necesidad urgente de reforzar estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento para controlar la propagación de estas enfermedades y proteger el bienestar de la sociedad.