La reciente convulsión en los mercados financieros, exacerbada por los aranceles impuestos por Donald Trump, ha golpeado duramente al sector bancario europeo, que disfruta de un fuerte inicio de año. En este contexto, la banca ha liderado las caídas en la Bolsa europea, cayendo más del 8%, el doble que el descenso del Stoxx 600, que se sitúa en un -4,2%. Esta jornada marca la peor sesión para el sector desde el inicio de la pandemia, con las entidades españolas e italianas siendo las más afectadas. El Sabadell, por ejemplo, ha perdido un 11% de su valor.

El frenazo económico provocado por la implementación de estas tarifas se ha hecho sentir este viernes en todo el sector bancario. Las entidades están ajustando sus cotizaciones ante la expectativa de una caída de los beneficios empresariales y de una posible aceleración en las rebajas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) para contrarrestar la desaceleración económica. Esta situación ha inundado el mercado de deuda y ha desatado una realidad que muchos anticipaban. Según Goldman Sachs, la zona euro enfrenta ahora "más riesgos a la baja para el crecimiento, derivados de la ralentización de la economía mundial, el aumento de las tensiones comerciales y un endurecimiento de las condiciones financieras", lo que ha llevado a reforzar las expectativas sobre hasta tres recortes de tipos por parte del BCE, que podrían llevar el interés a un 1,75% para julio.

En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono alemán a 10 años ha caído 15 puntos básicos hasta el 2,49%, mientras que el español ha bajado 8 puntos hasta un 3,2%, su nivel más bajo en un mes. Este descalabro en los bancos se ha sentido especialmente fuerte en las Bolsas de España e Italia, que tienen una exposición significativa al sector. El índice Ibex ha registrado una caída del 6%, siendo su peor jornada desde la declaración del estado de alarma. En Italia, entidades como BPER Banca, Banco BPM y Banca Monte dei Paschi han perdido más del 10% de su capitalización, mientras que entre los bancos españoles, Sabadell ha sido el más afectado, seguido de Bankinter (-9%), BBVA (-8,8%), CaixaBank (-8,7%) y Santander (-8,2%). Por su parte, el banco francés Société Générale ha registrado una caída del 10,5% y Deutsche Bank un 9,5%.

Además, este impacto no se limita a Europa; los bancos estadounidenses también están viendo fuertes caídas. Después de un día negro, sus futuros en el mercado están mostrando descensos significativos, con el índice sectorial KBW Bank experimentando su peor sesión desde la crisis bancaria de 2023. JP Morgan, Bank of America y Wells Fargo no se han librado de la tendencia, cayendo alrededor del 6% y el 5% respectivamente.

En el panorama global, el sector financiero ha sido el más maltratado en esta jornada en los mercados europeos, donde otros sectores como el de recursos básicos, energéticas e industriales también han sufrido descensos del 7%, 5,6% y 5,5% respectivamente. Todo esto ocurre en un clima donde las empresas ligadas al sector químico, que en un inicio parecían resistir, ahora también se ven arrastradas con un descenso del 0.6%. Los analistas de Bank of America sostienen que, a medida que disminuye la euforia fiscal en Alemania, las acciones en la UE comienzan a ajustar sus expectativas macroeconómicas. Alertan sobre la posibilidad de que estos descensos continúen, y pronostican que la ampliación de las primas de riesgo afectará de manera particularmente severa al sector financiero, con una caída adicional de hasta un 10% en su proyección.

La incertidumbre en el panorama económico europeo y el temor a una recesión global están llevando a la banca a una situación crítica, y queda por ver cómo responderán las instituciones en medio de este tumulto y qué medidas tomará el BCE ante la creciente presión del mercado.