Marius Borg Høiby, el controversial hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha vuelto a captar la atención del público y los medios tras ser protagonista de un nuevo escándalo. Después de haber sido arrestado el 4 de agosto en Oslo por un incidente de lesiones, el joven vuelve a estar en el centro de la tormenta mediática, y este 24 de septiembre se han revelado más detalles inquietantes.

Según informes de la publicación noruega Se og Hør, el hijo del príncipe Haakon ha estado recibiendo en la residencia real de Skaugum a personas que poseen antecedentes criminales significativos. Además de acceder a las áreas donde Marius vive, estos individuos habrían logrado infiltrarse en el apartamento privado de los príncipes, robando objetos de gran valor tanto económico como sentimental.

Los presuntos ladrones intentaron vender los objetos robados a través de una casa de subastas, lo que desató aún más el escándalo. Se ha reportado que existe un video, al que Se og Hør tuvo acceso, que muestra a uno de los amigos de Marius cantando mientras pasea en un segway por la propiedad, lo que pone en evidencia la aparente falta de control en la residencia real.

Además, la revista ha publicado fotografías de Marius con un coche que quedó totalmente destrozado, un incidente que él mismo atribuyó a un choque dentro de la finca. “¡Y Marius está fuera!” publicó en sus stories, lo que añade un tono desafiante a la situación. Cabe recordar que el joven ya había enfrentado problemas en el pasado por conducción temeraria, después de la polémica que generó un video donde conducía a alta velocidad cerca de su hogar.

Este escándalo plantea serias cuestiones sobre la seguridad de la familia real, ya que la presencia de personas con antecedentes en Skaugum podría comprometer su bienestar. En respuesta a estas preocupaciones, Guri Ofstad Varpe, directora de comunicación de la Casa Real Noruega, aseguró a Se og Hør que “la seguridad de la familia del Príncipe Heredero está garantizada. No queremos entrar en detalles específicos sobre las medidas de seguridad”.

La princesa Mette-Marit también se encuentra bajo la lupa del escrutinio público por su posible implicación en las acciones de su hijo. Recientemente se filtraron audios en los que Marius revelaba a la policía que sus padres estaban al tanto de sus amistades: “Mi círculo de amigos ha sido el mismo durante diez años... Mis padres lo saben y no puedo hacer nada al respecto”, declaró.

Entre sus amigos se encuentran no solo herederos adinerados y celebridades, sino también miembros de la temida banda de motociclistas Hells Angels. Se ha confirmado que al menos en una ocasión, la princesa Mette-Marit estuvo presente con ellos en Skaugum, lo que sugiere un nivel de familiaridad inquietante con un círculo que podría ser comprometedor para la imagen de la familia real noruega. Este escándalo resuena fuertemente y plantea preguntas sobre la estabilidad y los valores de la realeza en una era donde el comportamiento de sus miembros es escrutado más que nunca.