Un nuevo golpe para Europastry, el reconocido gigante catalán de panadería y bollería congelada. Cuando el mercado esperaba ansiosamente el precio de las acciones con las que la compañía debía debutar en Bolsa el pasado 10 de octubre, Europastry ha sorprendido al cancelar nuevamente sus planes de cotización, lo que marca su quinto intento fallido. La empresa ha señalado en una nota a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la actual "situación geopolítica internacional" está causando una inestabilidad financiera, lo que la llevó a decidir no avanzar con el proceso, repitiendo lo sucedido hace meses cuando también pospuso su salida a la bolsa citando los efectos de las elecciones europeas y, más recientemente, el conflicto en Oriente Medio.

Europastry había recibido buenas señales por parte de los inversores al cubrir la demanda en el primer día del proceso de sondeo, conocido como bookbuilding. Sin embargo, conforme se acercaba el día de la cotización, el interés se ha desvanecido, lo que resultó en una caída de la valoración de las acciones, alejándolas de las expectativas iniciales de los accionistas.

Según el folleto de la operación, el precio de las acciones estaba proyectado entre 15,85 y 18,75 euros, valorando la compañía entre 1.327 y 1.570 millones de euros. Un reciente informe de XTB previó un objetivo de precio de 16,6 euros, señalando que este rango podría no ser definitivo, existiendo incluso la posibilidad de que las acciones se colocaran por debajo de esta cifra. A pesar de su sólida posición en el mercado español, donde obtiene la mayoría de sus ingresos y posee un 27% de cuota de mercado, los analistas apuntan a la fuerte competencia y a su dependencia de los precios de materias primas como factores problemáticos.

Fue frenético el movimiento en la sede de Europastry en las horas previas a la decisión final. La compañía y sus asesoras estaban considerando hasta reducir el tamaño de la oferta pública inicial (OPI), que en su máxima aspiración podría haber recaudado 505 millones de euros. Sin embargo, tras evaluar la difícil trayectoria reciente de empresas como la multinacional de belleza Puig, que ya sufrió pérdidas del 19% en su debut, Europastry decidió nuevamente cancelar su estreno en bolsa.

Este traspiés no solo representa un duro golpe para los planes de la familia Gallés, que controla un 76% de Europastry, sino que también pone en entredicho la confianza en el mercado español ante la falta de salidas a bolsa significativas en los últimos años. Las tentativas previas de Pere Gallés, fundador de la compañía, en 1998 y 2007 fueron obstaculizadas por crisis financieras, mientras que su hijo, Jordi Gallés, tuvo que cancelar sus planes en 2019 debido a la incertidumbre generada por la pandemia del Covid-19.

¿Qué futuro le espera a Europastry? El conglomerado piensa seguir evaluando la posibilidad de salir a bolsa cuando las condiciones del mercado mejoren, aunque expertos no prevén un cambio inmediato. La reputación de la empresa podría verse afectada tras este último revés. Los buscadores de inversión estaban esperanzados, ya que otras empresas también han optado por salir al mercado en momentos de volatilidad, subrayando que aunque la situación actual es desafiante, no es insalvable.

Con varios casos recientes de empresas que han decidido posponer o cancelar sus salidas a bolsa, como la aerolínea Volotea y la firma textil Tendam, el mercado está en una situación delicada. Estos acontecimientos resaltan la necesidad de una revitalización y diversificación de las oportunidades de inversión en el mercado español. En este contexto, la CNMV ha abocado por incentivos fiscales para atraer la inversión de pequeños ahorradores en el mercado de valores, esperando que en un futuro no muy lejano, surjan oportunidades más prometedoras para las empresas que buscan salir a bolsa.