La Fórmula 1 enfrenta una profunda crisis interna tras el sorpresivo despido de Tim Mayer, un comisario de gran renombre y descendiente del cofundador de McLaren, Teddy Mayer. Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), tomó esta controvertida decisión justo después de la polémica 'renuncia' del exdirector de carrera Niels Wittich, quien dejó su puesto de manera inesperada.

Este despido, que ha conmocionado al mundo del automovilismo, no se produce en un vacuum. Desde su última aparición en el Gran Premio de México, Mayer no fue convocado para presidir más reuniones de comisarios. Adicionalmente, su implicación con los organizadores del Gran Premio de Estados Unidos en Austin se tornó problemática tras un grave incidente en el que aficionados invadieron la pista al finalizar la carrera. Esta infracción provocó que la FIA impusiera una multa severa de 500 mil euros (cerca de 540 mil dólares) a los organizadores.

La decisión de Ben Sulayem parece haberse visto afectada por las declaraciones hechas por los promotores estadounidenses sobre el incidente, lo que provocó su enojo. Según el Daily Mail, estos comentarios resultaron ofensivos para el presidente emiratí de la FIA, quien optó por despedir a Mayer. En el altercado, varios espectadores accedieron a la pista, poniendo en peligro su seguridad y la de los vehículos que seguían en carrera, lo cual es totalmente inaceptable en el ámbito de la competición.

Este despido no es un hecho aislado, sino que se inserta en un contexto más amplio de cambios significativos en la FIA durante el último año, que ha visto salir a figuras importantes como Jacob Bangsgaard, exsecretario general de movilidad, y Steve Nielsen, quien dejó su puesto de director deportivo. Las salidas de Tim Goss, exdirector técnico, y Deborah Mayer, presidenta de la comisión para la mujer, también levantan serias dudas sobre la cohesión interna de la FIA.

A pesar de las afirmaciones de la FIA que indicaban que Wittich había dejado su cargo 'voluntariamente' para buscar nuevas oportunidades, el propio exdirector contradijo esta versión al asegurar que fue despedido sin previo aviso.

El despido de Mayer y la renuncia de Wittich coinciden con la llegada de Rui Marques, el nuevo director de carrera de la F2 y F3, quien ya asumió su rol en el Gran Premio de Las Vegas. Este cúmulo de cambios en áreas clave plantea incógnitas sobre la estabilidad de la FIA y la efectividad del liderazgo de Ben Sulayem, quien asumió la presidencia en 2021.

La incertidumbre actual aumenta las críticas sobre cómo Ben Sulayem ha gestionado la organización, que desde 2023 ha visto a seis altos cargos abandonar sus posiciones, incluyendo importantes figuras como Natalie Robyn. Estas salidas han comprometido la percepción de cohesión dentro de la FIA, un hecho crítico en un momento donde se espera que lideren la Fórmula 1 hacia nuevas innovaciones tecnológicas y una expansión global sin precedentes.

¿Podrá la FIA recuperarse de este tumulto antes del inicio de la próxima temporada? Las miradas están puestas en cómo el liderazgo de Ben Sulayem enfrentará estos desafíos en un mundo donde el automovilismo está más competitivo que nunca.