RÍO DE JANEIRO.- En un contexto marcado por la tensión geopolítica global, el presidente argentino Javier Milei llevó a cabo una reunión de alto nivel con el líder chino Xi Jinping, junto con varios ministros de su gabinete, durante los márgenes de la cumbre del G20. Este encuentro, que abordó temas comerciales, políticos y financieros, se interpreta como un giro pragmático en la política exterior de Argentina hacia China, un país que ha despertado tanto interés como preocupación en el ámbito internacional.

El encuentro entre las delegaciones, de aproximadamente 30 minutos, no solo sirvió para afianzar la relación política, sino que también mostró la intención de ambos líderes de extender la cooperación bilateral. Xi extendió una invitación a Milei para visitar China, a lo que el presidente argentino respondió cordialmente, proponiendo una visita recíproca a Argentina. El comunicado oficial destacó que los detalles sobre estas visitas se acordarán entre las respectivas cancillerías.

En un giro sorprendente, en menos de una semana, Milei pasó de participar en una celebración del triunfo de Donald Trump en Palm Beach a reunirse con Xi Jinping, un líder clave en uno de los frentes más importantes de la guerra comercial global. A pesar de su clara alineación con Estados Unidos, Milei ha señalado que es posible mantener relaciones comerciales sólidas con otras naciones; "En la vida, una cosa son los amigos y otra son los clientes", comentó un miembro de la delegación argentina, enfatizando la importancia del pragmatismo diplomático.

Durante la reunión, se destacó el interés de China por aumentar el comercio con Argentina, al tiempo que los funcionarios argentinos expresaron su intención de incrementar las exportaciones hacia el país asiático. Ambas naciones acordaron trabajar en proyectos conjuntos que beneficien a sus economías. En este sentido, se mencionó la posibilidad de que China amplíe el swap de monedas existente o incluso cree nuevos mecanismos de financiamiento para Argentina.

El encuentro no pasó desapercibido, ya que Milei priorizó esta reunión por encima de su participación en otras sesiones de la cumbre, mostrando así la relevancia que su gobierno le otorga a la relación con China. A Río de Janeiro viajaron varios ministros, incluidos Luis Caputo (Economía) y Santiago Bausili (Banco Central), subrayando la alta presencia del gabinete económico en la discusión.

En lo que respecta a la cooperación financiera, se hizo énfasis en los beneficios del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que se ofrecerían a las empresas chinas, buscando estimular la inversión en el país. No obstante, el desarrollo de este régimen será crucial para atraer inversiones chinas en el contexto de una economía argentina muy necesitada de capital.

Además, Milei aprovechó la oportunidad para discutir la reactivación de proyectos estancados, especialmente dos represas en Santa Cruz que han estado paralizadas por falta de financiamiento, cuya resolución depende en gran medida de los acuerdos bilaterales con China.

Mientras tanto, las tensiones con Estados Unidos aumentan, ya que Washington está observando con atención el acercamiento de Milei a Beijing, preocupados por la influencia que pueda tener China en la infraestructura crítica de América Latina. No obstante, este acercamiento podría resultar beneficioso para Argentina, que necesita diversificar sus socios comerciales y encontrar nuevos mercados para sus productos.

El G20 también sirvió como un escenario para que Milei se reuniera con otros líderes, destacando su conversación con el primer ministro indio, Narendra Modi, indicando que el interés de Argentina en fortalecer sus lazos comerciales con Asia es un claro tema en la agenda del presidente.

En resumen, la reunión de Milei y Jinping no solo es un paso estratégico para Argentina, sino que también plantea un reordenamiento geopolítico que puede tener implicaciones significativas en las cadenas de suministro y el comercio global. ¿Podría esta alianza ser el inicio de un nuevo camino hacia la prosperidad para Argentina? Solo el tiempo lo dirá.