
¡Galicia en pie de lucha! Miles protestan contra la política industrial de la Xunta y los proyectos de Altri
2025-03-22
Autor: Manuel
Este sábado, antes de que diera la hora marcada en la convocatoria, más de 500 barcos llenos de manifestantes comenzaron a sonar sus sirenas mientras se dirigían al puerto de A Pobra do Caramiñal, en la hermosa costa gallega. Desde tierra, autobuses y coches inundaron las calles de esta localidad, reuniendo a miles de personas desafiantes, armadas con paraguas, decididas a alzar su voz contra la lluvia y las condiciones meteorológicas adversas. Un mar de trabajadores de la pesca, la agricultura y la ganadería, así como grupos ecologistas y formaciones políticas (exceptuando al PP), llenaron el pueblo para criticar la política industrial del gobierno gallego y dos polémicos proyectos que están en marcha en la cuenca del río Ulla: la macrocelulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo) y la reapertura de la mina de cobre de Touro (A Coruña), ambos considerados una amenaza por los manifestantes.
La presidenta de la asociación Ulloa Viva, Pilar Naveira, subrayó que, aunque Altri puede tener la licencia administrativa, carece de la licencia social, algo que después de ver el apoyo masivo se hizo evidente. Xaquin Rubido, presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa, fue aún más allá, pidiendo la dimisión de los conselleiros de Mar y Medio Ambiente, dirigiendo el rechazo directo al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien fue criticado por haber apoyado previamente el proyecto de Altri.
A pesar de las advertencias de una alerta naranja por olas peligrosas en Galicia, los manifestantes mantuvieron la marcha por el litoral, decididos a dejar claro su descontento. La Xunta había instado a la población a evitar las actividades marítimas, pero el fervor de los asistentes fue notable, con pancartas y anuncios en cada rincón durante días previos, enfatizando la importancia de la cita en A Pobra.
Los organizadores afirman que hasta 50.000 personas se unieron a la protesta, cifra que incluso Greenpeace respaldó. Los lemas como “defendemos nuestro modo de vida” y “el agua no se vende” resonaban por las calles, haciendo eco del impacto ambiental que implicarían ambas iniciativas industriales, las cuales requieren cantidades exorbitantes de agua para operar. La fábrica de Altri podría necesitar hasta 46 millones de litros diarios del río Ulla, siendo su rechazo un punto focal en la lucha ambientalista.
Con una planta que ocuparía 366 hectáreas, cercanía con la Red Natura y una chimenea de 75 metros, el proyecto ha desatado la fricción entre producción y conservación en la región, ya que el agua de este río es vital para la rica biodiversidad de la Ría de Arousa, la cual sufre los efectos de la contaminación.
En medio de estas tensiones, la líder de la oposición, Ana Pontón (BNG), instó a Rueda a rectificar su posición, refiriendo al proyecto como una “bomba ambiental”. Su interrogante acerca del rechazo del proyecto en Portugal se mantuvo sin respuesta, preguntándose por qué algo tan “bueno” para Galicia no era aceptado en el país vecino. La conexión histórica entre decisiones políticas erradas y desastres ambientales no pasó desapercibida.
Por primera vez en esta serie de protestas, la manifestación vio la participación del secretario general del PSdeG-PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, quien también denunció los engaños sobre la sostenibilidad del proyecto, argumentando que no merece financiamiento público.
María Jesús Lorenzana, conselleira de Economía e Industria, bajó de tono la magnitud de la protesta, llamándola “comunismo del siglo XXI”, un intento de menospreciar el clamor popular, que se hizo eco a través de las voces de pescadores, ganaderos y ecologistas con un mensaje claro: Galicia se defiende.
Al final del evento, el aire se llenó con las sirenas de los barcos y las palabras de mujeres valientes de la comunidad, recordando que su lucha no es solo por el presente, sino por el futuro de Galicia y su rica biodiversidad que está en juego frente a estos gigantes industriales.