El Ayuntamiento de Granada ha dejado claro que no aceptará un cambio en el modelo de turnos de la Policía Local, generando gran revuelo entre los sindicatos. En un comunicado contundente, el gobierno repasa la situación actual de las negociaciones con los representantes de los agentes, recordando la reestructuración del año pasado que buscaba solucionar un servicio altamente deficiente, que afectaba gravemente la seguridad de los ciudadanos y de los propios policías.

Con el esfuerzo económico realizado para mantener la operatividad del cuerpo, el Consistorio admite que las negociaciones con los sindicatos han avanzado poco. De hecho, han empeorado, con propuestas calificadas como "sencillamente inviables" por parte del Ayuntamiento.

El escrito enfatiza que no se aceptará una propuesta que busque desmantelar el modelo de turnos implementado hace un año, al tiempo que pretende mantener las compensaciones económicas actuales. El gobierno local lamenta que se genere entre la plantilla la expectativa de que la presión provoque una cesión por parte del Ayuntamiento, asegurando que "eso no va a ocurrir".

Además, se ha advertido que si no hay suficientes voluntarios para cubrir el servicio este jueves, el equipo de gobierno recurrirá a un decreto para garantizar la seguridad, una decisión que no es del agrado de nadie, pero que consideran necesaria para un evento de gran relevancia.

Por último, Seguridad Ciudadana y Recursos Humanos han dejado claro en su comunicación que, aunque no cierran la puerta al diálogo, sí establecen límites estrictos sobre lo que es negociable. La intención es seguir trabajando por una Policía Local que cuente con buenas condiciones laborales, pero que no se vea comprometida por estrategias que pongan en riesgo la prestación del servicio. La conclusión es rotunda: "No aceptaremos debilitar el servicio de fin de semana, subordinándolo a la voluntariedad de las horas extra".