Finanzas

¡Grifols en la cuerda floja! Mason Capital expone serias fallas en la gestión

2024-11-21

Autor: David

Mason Capital Management ha hecho eco de preocupaciones críticas sobre las deficiencias en el gobierno corporativo y la gestión de Grifols bajo el actual Consejo de Administración. En su reciente comunicado, la firma agradeció la respuesta a su carta del 12 de noviembre de 2024, pero considera que el Consejo ha ignorado cuestiones esenciales sobre conflictos de intereses que afectan a los accionistas.

El Consejo confirmó que Tomas Daga lideró transacciones significativas, incluyendo las de Diagnostics y Biotest. Sin embargo, su análisis defendiendo estas decisiones es poco convincente, ya que se ha evidenciado un colapso en los beneficios de Diagnostics desde su adquisición y Biotest apenas contribuye con 5 millones de euros a EBITDA. Los analistas han señalado que el precio de las acciones de Grifols se ha desplomado a alrededor de 11 euros desde los aproximadamente 22 euros en el momento de la compra de Biotest, lo que supone un 50% de destrucción de valor para los accionistas en tres años.

Además, la implicación de Tomas Daga con Osborne Clarke España, anteriormente conocida como Daga y Sauret, plantea serias dudas sobre la objetividad de sus decisiones. El Consejo no ha revelado las cantidades que esta firma percibió por su asesoramiento en las transacciones, lo cual agrava aún más las sospechas de conflicto de intereses.

Los datos recientes sobre la reacción de las acciones de Grifols, que cayeron a un supuesto precio de oferta de 10,50 euros por acción, reflejan la desconfianza del mercado en el Consejo y en la familia Grifols. Esto ha llevado a los inversores a cuestionar si la familia, que actúa como un accionista minoritario, realmente actúa en el mejor interés de todos los accionistas.

Mason Capital también celebra que, por lo menos, algunos directores en conflicto hayan decidido renunciar del Comité Independiente de Transacciones, pero aún surgen dudas sobre la fecha de esta decisión y la falta de comunicación con el mercado y la CNMV. Esto pone de relieve el problema significativo en la gobernanza corporativa de la compañía.

A pesar de esos problemas, la dirección de Grifols parece tener más interés en preservar su poder que en atender las preocupaciones del accionista. Algunos apuntes de la familia Grifols sugieren indicios de que creen firmemente que el verdadero valor de sus acciones es mucho mayor. Por ejemplo, Raimon Grifols Roura compró 5.838 acciones a 15,41 euros en diciembre de 2023, lo que genera interrogantes sobre sus intenciones.

Mason está en proceso de comunicación activa con consejeros y otros accionistas minoritarios para impulsar cambios en la empresa, que según afirman, ha sido mal administrada. El tiempo corre y los accionistas están decididos a tomar acciones, independientemente de las decisiones del actual Consejo. La llegada de Paul Herendeen como nuevo consejero independiente calificado también es un punto a favor que esperan que se concrete en la próxima Junta General de Accionistas.

Los recientes acontecimientos destacan no solo las vulnerabilidades de Grifols bajo su liderazgo actual, sino también la creciente impaciencia de los accionistas por ver mejoras en la gestión. ¿Podrá la empresa salir de esta espiral negativa y recuperar la confianza de sus inversores? ¡El tiempo lo dirá!